El sol bañaba el coso venteño en una mañana de emociones hondas. El festival en memoria de Antoñete, impulsado por Morante de la Puebla, reunió en Las Ventas a toreros de distintas generaciones, unidos por la devoción a una figura inmortal.
Abrió plaza Pablo Hermoso de Mendoza con “Salinero”, de El Capea, un toro colaborador con el que el rejoneador navarro dejó momentos de exposición y temple. Brilló a lomos de “Berlín”, toreando en redondo y clavando con precisión al quiebro, emocionando al público por su pureza y cercanía al toro. Cerró con banderillas cortas y un rejón de muerte trasero y caído. Saludó ovación.
El segundo, “Desprendido”, de Garcigrande, fue el toro de la mañana y el triunfador espiritual de un Curro Vázquez que detuvo el tiempo. Desde el saludo capotero, de verónicas clásicas y una media de ensueño, hasta una faena de muleta de lentitud y hondura, el maestro de Linares firmó una obra para el recuerdo. Tres derechazos de seda, una trinchera monumental y naturales que hicieron rugir a Madrid, en pie y entregada. Mató de estoconazo en todo lo alto y paseó dos orejas entre gritos de “torero, torero”.
Con “Gallito”, también de Garcigrande, Frascuelo volvió a encarnar el toreo eterno a sus casi ochenta años. Las Ventas, de pie antes incluso del primer lance, presenció tres verónicas a pies juntos y medias de cartel. Brindó a la Infanta Elena y, pese a un toro manso y complicado, toreó con verdad y pureza. Hubo derechazos largos, trincheras lentas y un cierre de torero viejo y sabio. Mató de gran estocada y dio vuelta al ruedo entre ovaciones cerradas.
El sobrero, “Prestigioso”, también de Garcigrande, correspondió a César Rincón, que fue recibido con la ovación más calurosa de la mañana. Toreó a la verónica con una pureza clásica, dibujando un cuadro de Goya. Su faena, fiel a su concepto, fue una lección de distancia, temple y colocación. Los naturales del colombiano, de trazo impecable, fueron de cátedra. Pinchazo y estocada entera de rápido efecto le valieron dos orejas de peso y una plaza rendida a su magisterio.
El cuarto toro en orden de lidia, “Periquito”, de Garcigrande, correspondió a Enrique Ponce, que volvió a Las Ventas en un ambiente de respeto y cariño. Brindó a Morante de la Puebla y compuso una faena llena de suavidad y elegancia, adaptada a la escasa fuerza del animal. Su temple y armonía se impusieron en muletazos de seda, con poncinas ligadas y cambios de mano de cartel. Pinchazo y estocada casi entera le valieron una oreja.
El turno de Morante de la Puebla llegó con “Presumido”, de Osborne, un toro serio y de gran presencia. El cigarrero, artífice del festival, lo saludó con verónicas de aroma antiguo y brindó su faena a la memoria de Antoñete. Toreó con el pecho por delante y una quietud sobrecogedora ante un toro exigente, sin descolgar y rebrincado. La tanda final, por naturales y molinetes invertidos de enorme belleza, fue una joya de inspiración. Mató de estocada entera y paseó una oreja.
Cerró el festival la novillera Olga Casado con “Regalito”, de Garcigrande, dejando una gran impresión en su presentación en Las Ventas. Recibió con verónicas templadas y un quite por saltilleras que levantó los tendidos. Brindó el novillo a toda la terna y cuajó una faena de temple y valor, destacando dos tandas al natural de trazo profundo y ligazón. Cerró con poncinas de gusto y un estoconazo que hizo rodar al novillo sin puntilla. Dos orejas y ovación cerrada para la joven madrileña.
El festival del Monumento a Antoñete fue una lección de historia viva del toreo: maestros de distintas épocas, unidos por la pureza, la gratitud y el arte que definieron al gran Chenel. Una mañana de emociones auténticas y toreo con alma.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid) ||Festival benéfico pro monumento de Antoñete
Entrada: Lleno de ‘No hay localidades’
Se lidió un toro de El Capea (1º) y novillos de Garcigrande (4º bis) y José Luis Osborne (6º), bien presentados y de buen juego, en líneas generales entre los de Garcigrande. Los mejores fueron el segundo, cuarto, quinto y séptimo.
- PABLO HERMOSO DE MENDOZA, ovación;
- CURRO VÁZQUEZ, dos orejas;
- CARLOS ESCOLAR ‘FRASCUELO’, vuelta al ruedo;
- CÉSAR RINCÓN, dos orejas;
- ENRIQUE PONCE, oreja tras aviso;
- MORANTE DE LA PUEBLA, oreja;
- OLGA CASADO, dos orejas;