





En la tarde de hoy se cumplió aquello de «Tarde de expectación, tarde de decepción«, dos horas y media en la que el coso de Vista Alegre registró la mejor entrada con 13000 almas presentes para presenciar la despedida de Enrique Ponce en la ciudad vasca. La terna se topó con una corrida blanda y falta de poder del hierro albaceteño, que pinchó a su paso por Bilbao, trayendo un encierro de buena presentación pero con la falta de fuerza como condicionante de la tarde. La terna se mostró voluntariosa y se vió a un Ponce capaz de tapar los defectos de su lote, mientras que Roca Rey logró hacer vibrar a la afición con dos faenas intensas. Por su parte Pablo Aguado pechó con un lote imposible con el que apenas pudo dejar detalles muy toreros.
Antes de que rompiese el paseíllo se bailó el tradicional baile del Arresku en honor a la despedida de Enrique Ponce que se despedía en la tarde de hoy del coso Bilbaíno. Fue obligado a saludar cuando terminó el paseíllo, y salió a recoger la ovación al tercio.
Salió el primero y mostró que de fuerzas no andaba sobrado en el recibo capotero de Enrique Ponce donde siempre tuvo una buena humillación metiendo bien la cara en las verónicas que dibujó el de Chiva. Manseó en el caballo rehuyendo los cites del picador antes de recibir un primer puyazo sin empujar, y un segundo picotazo donde perdió las manos. Rápido vio Enrique que el toro tenía buena condición pero estaba mermado de motor. Lo cuidó «con alfileres» durante toda la faena con la muleta no bajando nunca la mano y llevando la embestida a media altura. Dejó derechazos muy templados antes de ponerse a torear por el izquierdo, donde el toro nunca terminaba el embroque reponiendo sobre las manos. Tuvo nobleza el de Daniel Ruíz, que siempre estuvo condicionada por la falta de fuerza que fue a más en el transcurso de la faena. Terminó con poncinas y un circular invertido antes de dejar una estocada trasera y desprendida. El toro fue pitado en el arrastre, y Ponce recogió una ovación desde el tercio.
Humilló con clase de salida el segundo de la tarde en las verónicas con las que Roca Rey lo recibió rematando con una media desde los medios. El tercio de varas fue un trámite donde se le señaló en los dos encuentros con el caballo de Sergio Molina. Quitó desde los medios por gaoneras Andrés Roca Rey echándose el capote a la espalda antes de brindar el toro a Enrique Ponce. El comienzo de la faena muletera fue por estatuarios muy ceñidos desde el tercio, después ya en los medios comenzó dándole distancia para que se vinese alegre en los viajes, donde el de Daniel Ruiz respondió en los derechazos del de Lima, a veces con el pitón de afuera. Le faltó un punto más de motor en las embestidas, pues se fue apagando y cada vez se quedaba más corto en la muleta de Roca Rey. Acortó distancias en el final de faena ante un burel que ya no pasaba por la muleta del peruano. Tras pinchar dejó una estocada caída, y el toro fue pitado en el arrastre.
Con mucha suavidad recibió por verónicas Pablo Aguado al tercero de la tarde. No quiso pelea el de Daniel Ruiz en dos encuentros con el caballo en los que sólo se le señaló. Desde los medios realizó Aguado su correspondiente quite por verónicas templadas que cerró con una media. No tuvo opciones el sevillano en la muleta, ante un oponente que siempre pasó sin raza y nunca transmitió ante la buena intención de Aguado con la muleta que nunca pudo ligar ninguna serie. Tras pinchar, dejó una estocada que precisó de un golpe de verduguillo. El toro fue pitado en el arrastre.
Salió abanto el cuarto de la tarde, pero finalmente consiguió fijarlo a la verónica Enrique Ponce en el recibo capotero llevándoselo hasta los medios con habilidad. No se entregó el toro en el primer puyazo, embistiendo solo con un pitón en el caballo de José Palomares. En el segundo metió los riñones empujando con el pitón zurdo, y el picador fue ovacionado mientras se recogía al patio de cuadras. Brindó ponce al respetable en la tarde de su despedida en el coso de Vista Alegre, y posteriormente sumó al brindis a Ramón García «Ramonchu» . Comenzó ponce sacándose al toro con la rodilla semiflexionada en un comienzo por bajo con mucha limpieza. Prosiguió el de Chiva con derechazos templados de mucha clase cuidando mucho la flojedad y falta de raza del toro albaceteño que siempre embestía sobre las manos. Matías quiso ser el protagonista de la tarde negando la música a una faena en la que el público la pidió en reiteradas ocasiones. La falta de música y la de raza por parte del de Daniel Ruiz ( que cada vez se apagó más), hicieron que la faena no calase en los tendidos de Bilbao pese a la actitud del valenciano. Pinchó y no anduvo acertado con los aceros dejando un pinchazo hondo. Sonó un aviso, y recogió una fortísima ovación obligándole dar la vuelta al ruedo. Emotiva despedida de Enrique Ponce en Bilbao.
Tampoco demostró andar sobrado de fuerzas el quinto, que perdió las manos en el recibo capotero de Roca Rey por verónicas. No peleó en ninguno de los dos encuentros con el jaco, donde en cuanto vio la salida se fue del peto. Quitó desde los medios Pablo Aguado por chicuelinas muy toreras con las que levantó los olé en el tendido vasco. Brindó Andrés Roca Rey al público presente y se puso de hinojos en el tercio para comenzar por derechazos en un comienzo de faena vibrante enloqueciendo al respetable. Prosiguió por derechazos y naturales en los que el poder de la muleta fue la base de una faena en la que esta vez si sonaron los acordes de «Manolete«. Fue el animal con mas transmisión del envío que siempre respondió a la exigente muleta del peruano. En el final de faena se dejó llegar los pitones a la talequilla pasándose al de Daniel Ruíz muy cerca. Pinchó antes de dejar una buena estocada. Hubo petición de oreja, pero finalmente no fue concebida por el fallo con los aceros. Recogió una ovación.
Excelente recibo a la verónica de Pablo Aguado al último de la tarde por verónicas. Eligió chicuelinas para colocar al toro en el primer encuentro con el jaco, donde empujó sólo con el pitón izquierdo en los dos encuentros que tuvo. Dejó detalles sueltos muy toreros Pablo Aguado ante un toro sin raza que siempre pasó a media altura y protestando en la salida de la muleta de Aguado. Mató de una estocada y recibió una ovación desde el tercio.
EL OBJETIVO DE PHILIPPE
La Reseña
Plaza de Vista Alegre (Bilbao) || Semana Grande
Entrada: Lleno
Toros de Daniel Ruíz, bien presentados, pero faltos de fuerza y raza excepto el 5° que tuvo más poder
- ENRIQUE PONCE, Ovación con saludos y Vuelta al Ruedo tras aviso;
- ROCA REY, Silencio y Ovación con saludos tras aviso;
- PABLO AGUADO, Silencio y Ovación con saludos;
Incidencias: Antes de comenzar el paseíllo, Enrique Ponce fue homenajeado con el tradicional baile vasco Aurresku de honor.