Jesús Talavan: «Cada tarde que haces el paseíllo es un reto. No hay un toro igual a otro y todos presentan dificultades que debes solventar»

Torolive se acerca a los hombres de plata que están detrás de los toreros durante los festejos. En el caso de hoy, nuestra colaboradora Camila Manso se encuentra con el veterano banderillero Jesús Talavan que ha actuado a las órdenes de varios toreros durante varias temporadas.

¿Cual es tu experiencia como banderillero y cuanto tiempo llevas en esta profesión?

Mi debut como banderillero fue en 2004, este año cumpliré mis 21 temporadas como torero de plata. Antes había tenido el sueño de ser figura del toreo, debute con picadores en 1997 y aunque toreaba poco entrenaba como si fuera a torear cincuenta tardes. Mis inicios se remontan en 1992, cuando me inicie en la escuela taurina de mi ciudad, Plasencia.

¿Qué te llevó a convertirte en banderillero?

Cuando siendo novillero debuté con picadores veía que el tiempo pasaba y no tenía la proyección que esperaba, después de siete temporadas, por ello decidí hacerme banderillero, así seguiría vistiendo de luces (mi pasión) y podría ganarme la vida con ello respetando así mi profesión. Me ofrecieron tomar la alternativa en la feria de mi ciudad. Rechace la oferta porque consideraba que si de novillero no tuve muchos contratos, de matador seria aun mas dificil. Tenía decidido hacerme banderillero, llevaba ya tiempo en mi cabeza y si tomaba la alternativa era para seguir luchando por ser torero. Y no lo iba a hacer. Lo cual me supondría un fracaso, tomar la alternativa para hacerme subalterno ipso facto. Preferí intentar ser cabeza de ratón en lugar que cola de león y decir con orgullo que intente ser torero.

¿Cómo te preparas física y mentalmente para enfrentarte a un toro en la plaza?

Ser torero es una vocación, de oro o de plata. Conlleva una disciplina, un sacrificio y una entrega que, me atrevería a decir, podría ser la única profesión en la que por amor propio demos nuestra vida. Literalmente. La preparación mental es importante. Y la física primordial, al menos en mi caso, estar físicamente fuerte me da un plus de confianza que luego se ve reflejada en la plaza.

Correr, torear de salón, entrenar banderillas en el carretón. En definitiva pensar en una lidia, cada vez distinta.

Después en los tentaderos preparamos lo que será la temporada. Y estar muy mentalizado en intentar hacer las cosas bien, siempre en beneficio de tu matador.

¿Cuál es la técnica que consideras más efectiva al colocar las banderillas en el toro?

Cada uno tiene sus propias maneras. Unos cuartean más, otros ganan el pitón en el salto… cada uno tiene la manera en la que le resulta más cómodo. Lo imprescindible es tener la decisión.

Luego citar, esperar y medir distancia y velocidad. Cuadrar el par dando el pecho y clavar en la cara. Ese sería el par ideal para mi.

¿Cómo describir la relación entre el banderillero y el matador durante una corrida de toros?

La cuadrilla es la familia de un matador, sobre todo si es cuadrilla fija. El banderillero es quien está a la orden de su matador. Es quien tiene que asistirle y ayudarle a ver las cualidades del toro. Intentar corregir el viaje de la embestida e intentar alargarla. Con limpieza y eficacia.

También estará al quite en un momento de peligro. Es a quien el matador está confiando su seguridad. Por lo tanto la relación entre matador y banderillero es una relación de compromiso máximo por ambas partes.

¿Has tenido alguna experiencia particularmente desafiante o memorable en la plaza como banderillero?

Cada tarde que haces el paseillo es un reto. No hay un toro igual a otro y todos presentan dificultades que debes solventar. A eso debemos sumarle efectos meteorológicos como el viento o, a veces, los deslumbramientos del sol cuando banderillas.

La presión a la que uno mismo se somete para estar a la altura puede que se vuelva en tu contra. Hay que tener capacidad de venirse arriba en momentos difíciles para dominar la situación.

¿Cual es tu opinión sobre la controversia que rodea a la tauromaquia y los toros en la actualidad?

Es indiscutible que la sociedad cambia. Por ejemplo, nuestros antepasados trabajaban las tierras con mulos y cuando no querían andar les “daban 3 palos” y se veía normal.

Los caballos de picar, antes sin peto, agonizando su muerte bajo cientos de miradas era cotidiano. Hoy día nada de eso se permitiría. Por la lógica evolución.

Lo que realmente daña, no solo a la tauromaquia si no, a la sociedad entera es querer humanizar a un animal.

Aprendamos a respetar lo normal. Lo natural. Y a partir de ahí que cada cual tenga sus gustos o aficiones sin tener represión social, que es lo que nos está ocurriendo.

¿Qué consejo le darías a alguien que esté interesado en seguir tus pasos y convertirse en banderillero?

Pues que debe aceptar que esta profesión conlleva muchos sacrificios, si es su vocación que siga adelante, respetando a los compañeros y a la propia profesión.

Si ha llegado a este punto es porque ya intento, seguramente, ser torero. Con lo cual ya conoce la tauromaquia.

Constancia y afición y sobre todo suerte.

¿Cómo manejas el estrés y la presión en el ruedo durante una corrida?

Aunque resulte lo contrario, el momento en el que el toro sale no es el peor.

Desde la mañana en el sorteo tienes la responsabilidad de hacer bien los lotes, de sacar la bolita con los dos toros de tu matador. Cuanto más tiempo llevas en esta profesión más te fijas en detalles de los toros (su mirada, su manera de moverse en los corrales) que antes pasabas por alto y te hacen prever lo que luego pueda pasar en la plaza.

A veces es bueno porque te adelantas pero otras veces te condicionas a ti mismo y a veces nos equivocamos en esa “predicción”.

Cuando sale el toro ya es tener decisión, llevar a cabo lo que llevas toda la vida entrenando y procurar tener la serenidad suficiente para que la mente domine al cuerpo en positivo.

Aun así y estando fuerte físicamente cuando sales a la plaza se ven mermadas tus facultades por la tensión.

¿Qué aspecto de ser banderillero consideras que es menos conocido o comprendido por el público en general?

La misma palabra banderillero hace ver que la labor de poner banderillas sea la principal, en el caso del lidiador creo que la labor primordial es la propia lidia.

En una cuadrilla hay tres banderilleros (dos lidiadores y un tercero) y cada uno tiene su función.

El tercero vela por el picador de puerta, pone un par de banderillas a cada toro y les da la puntilla.El lidiador asiste al matador en los primeros tercios, lidia el toro para que el otro lidiador banderillero junto al tercero. Luego, después de la suerte suprema, colabora moviendo al toro para que la muerte de este sea mas rapida.

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