El arranque de la feria de Cuéllar tuvo el sello de la dureza y la emoción gracias a un encierro de Araúz de Robles que exigió raza y oficio a sus lidiadores. Javier Herrero y Álvaro Lorenzo pasearon una oreja cada uno tras sobreponerse a las dificultades de sus lotes, mientras que Morenito de Aranda, que lidió el más complicado conjunto, mostró su experiencia para tapar defectos y construir faenas meritorias, aunque la espada le privó de trofeos. El festejo se convirtió en una tarde para toreros curtidos, donde el triunfo pasó por el tesón y la inteligencia.
Javier Herrero brilló especialmente ante el quinto, el más basto del encierro, que exigió paciencia y temple. El torero segoviano supo medir las distancias, darle aire y aprovechar la inercia del toro para hilvanar tandas con emoción, aunque el animal se quedara corto al final. Un pitonazo que le partió la taleguilla puso aún más valor a su entrega. Antes, con el segundo, ya había mostrado verticalidad y compostura por el pitón derecho, en una labor de mérito que no encontró recompensa mayor por el fallo con la espada. Herrero demostró, no obstante, que su tauromaquia está hecha de firmeza y carácter.
Álvaro Lorenzo cerró la tarde con una actuación de aplomo y claridad de ideas. Con el sexto, más franco que sus hermanos, construyó una faena basada en el temple y en medir los tiempos, llevándolo a más hasta cortar una oreja. Con el tercero ya había dejado detalles de calidad, sobre todo al natural, tras pulsear y dar confianza a un toro que terminó complicando la suerte suprema. Morenito de Aranda, por su parte, se llevó el lote más ingrato. Brillante al doblarse con el manso primero y sereno con el áspero cuarto, dejó patente su experiencia y oficio, aunque la espada volvió a ser su talón de Aquiles. La corrida, seria y con matices, marcó un inicio de feria con sabor añejo y toreros de verdad.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Cuéllar (Segovia) || Primera de la Feria de Nuestra Señora del Rosario 2025
Entrada: Un tercio de plaza.
Se lidian toros de Araúz de Robles, desiguales de presentación y juego, con poder en líneas generales.
- MORENITO DE ARANDA, palmas tras aviso y silencio tras aviso;
- JAVIER HERRERO, silencio tras aviso y oreja;
- ÁLVARO LORENZO, silencio tras dos avisos y oreja;

