
La cría del toro de lidia se lleva a cabo en ganaderías de ganado bravo. Dichas ganaderías se dedican exclusivamente a la cría y selección de toros de lidia.
Se seleccionan las mejores vacas y sementales asegurando la calidad genética de la raza para que así puedan transmitir la fuerza, bravura y nobleza características del animal.
Una vez que nace el becerro se le denomina eral. Los erales son separados de sus madres y cuidados en corrales especialmente habilitados desde hace años, en los cuales se les proporciona una alimentación balanceada y se les realiza un manejo constante, para acostumbrarlos al contacto con el hombre.
A medida que los erales van creciendo se les somete a pruebas de temperamento y comportamiento para evaluar su bravura y aptitud para la lidia, aquellos que son poseedores de dichas cualidades son seleccionados como futuros toros de lidia, mientras que el resto pueden ser vendidos para otras funciones ganaderas.
El proceso de cría del toro de lidia es regulado y controlado por asociaciones y entidades que buscan el bienestar animal y sobre todo la preservación de la raza para que podamos seguir disfrutando de la belleza, temperamento y bravura de un animal tan excepcional y singular como es el toro de lidia.