Los toros de Jandilla, conocidos por su historial de peligro en Pamplona, han sorprendido este viernes con un encierro rápido —2 minutos y 19 segundos— y, sobre todo, limpio. A pesar de su fama de temidos, los astados han mostrado nobleza y han completado una carrera sin heridos por asta.
La manada se mantuvo unida en la Cuesta de Santo Domingo y el tramo del Ayuntamiento, donde se vivió uno de los momentos más comprometidos: un toro castaño arrolló con violencia a un corredor, aunque sin consecuencias graves. En la curva de Mercaderes, los toros evitaron el vallado y comenzaron a estirarse, tomando la delantera frente a los cabestros en una carrera trepidante. Cuatro de ellos encabezaron la manada desde Estafeta hasta la entrada en la plaza.
La tensión se concentró en el callejón, con múltiples caídas de mozos, aunque los Jandilla no embistieron ni lanzaron derrotes, lo que evitó males mayores.
En total, se han registrado cinco traslados al hospital, todos por contusiones. Entre ellos, el corredor del tramo del Ayuntamiento, atendido por un golpe en el pecho y una herida en el cuello. En Mercaderes, otros dos mozos resultaron heridos: uno con traumatismo facial y craneal, y otro con una contusión torácica. Por último, en Espoz y Mina, dos corredores sufrieron contusiones en los brazos.
Jandilla firma un encierro veloz y limpio en su regreso a San Fermín
