‘Fervoso II’, de la ganadería de Ángel Luis Peña, abrió plaza en la Monumental de Las Ventas en una tarde que el viento estuvo presente y que evidenció desde los primeros compases una acusada mansedumbre. Salió abanto, sin fijarse, y protagonizó algunos extraños en su comportamiento inicial, lo que obligó a Bruno Aloi a estar muy pendiente desde el primer momento. El mexicano lo recibió con algunos capotazos de tanteo, tratando de corregir la incierta embestida del animal. Aloi brindó su faena al respetable, gesto que fue acogido con calidez por el público. La faena se desarrolló fundamentalmente en el tercio, el único terreno en el que el toro pareció admitir cierta lidia. Desde ahí, el torero intentó sacar partido por ambos pitones, con voluntad y tesón, aunque sin demasiada respuesta por parte del astado. El de Ángel Luis Peña, distraído y sin entrega, embestía a media altura, sin decir nada, y salía con la cara alta de los muletazos, impidiendo ligazón y lucimiento. A pesar del empeño de Aloi, la faena no pudo despegar. Faltó emoción, fondo y transmisión, y el torero apenas encontró momentos destacables en una labor que no terminó de calar en los tendidos. Media estocada atravesada. Silencio tras aviso
‘Cajero’, de la ganadería de José González, fue ovacionado de salida por su buena presentación. El toro, serio por delante, enseñaba sus virtudes desde que pisó la arena, recibiendo el primer reconocimiento del tendido. Cid de María se encargó del quite tras el primer puyazo, ejecutándolo por chicuelinas, que remató con una media en los medios, levantando el primer murmullo de la tarde. Cristiano Torres, que lo recibió con temple y firmeza, cimentó su faena principalmente por el pitón derecho, por donde el animal se mostró más colaborador. El torero intentó alargar las embestidas, pero la faena no llegó a tomar vuelo. Faltó rotundidad, conexión y estructura, lo que impidió que aquello tuviera cuajo. Cerró su labor con un pinchazo y una estocada caída, lo que enfrió aún más los ánimos del público. Silencio
‘Panchito’, de la ganadería de Guerrero y Carpintero, fue el tercero de la tarde. Cid de María lo recibió con un saludo templado a la verónica, ganándole terreno hasta dejarlo con una larga en los medios, que despertó la ovación del respetable. Para el joven novillero era una tarde clave, pues se presentaba en la Monumental de Las Ventas, y desde los primeros compases se notó su determinación. Bruno Aloi ejecutó un vistoso quite por tafalleras. Cid de María brindó su novillo al público, gesto que fue acogido con calurosos aplausos desde los tendidos, conscientes del momento que vivía el debutante. Inició su faena con pases por bajo desde las tablas, llevándolo poco a poco a los medios con suavidad y mando. A lo largo de la lidia, destacó la predisposición, la entrega y el hambre de triunfo del novillero, que apostó fuerte en su presentación. El toreo al natural fue lo más destacado de su actuación, aprovechando el mejor pitón del astado, el izquierdo, por donde ofreció embestidas francas y humilladas. Lástima que no tuvo suerte con los aceros. Silencio
Llegado el ecuador del festejo, saltó al ruedo ‘Repudiado’, un novillo serio y bien armado de la ganadería de Cerro Longo, que fue ovacionado de salida por su presencia y seriedad. Sin embargo, a pesar de su buena lámina, en el recibo capotero de Bruno Aloi por verónicas, el animal comenzó a mostrar su tendencia a quedarse corto. Cristiano Torres intervino con un quite por talaveranas. El tercio de varas fue poco lucido y mal ejecutado, lo que no ayudó a templar ni fijar al animal. A partir de ahí, ‘Repudiado’ dejó claro que su comportamiento no era noble. A pesar de las condiciones del astado, Bruno Aloi se plantó firme, tomando la muleta por el pitón derecho para intentar sacar algo positivo. La faena, aunque condicionada por la falta de clase del novillo, fue ligeramente a más, a base de insistencia, valor y buena colocación. Aloi logró robarle algunos muletazos, templando cuando pudo y siempre buscando conectar con el tendido. Su actitud y esfuerzo fueron bien valorados, aunque la faena quedó por debajo del nivel deseado. Se le atravesaron los aceros y sonó el primer aviso. Silencio tras aviso
En quinto lugar salió al ruedo ‘Vacilón’, de la ganadería Caras Blancas de Carpio, un novillo que desde el primer momento mostró querencia a tablas, hasta el punto de hacer el amago de saltar al callejón, generando momentos de tensión entre los presentes en el burladero. El astado se mostró manso de salida, rehuyendo la pelea y desentendiéndose del capote. Fue Cristiano Torres quien se encargó de recogerlo, aunque el novillo tardó en responder al capote del diestro. Faltó fijeza y prontitud en las embestidas, lo que impidió un saludo lucido por verónicas. En banderillas destacó Juan Carlos Rey, quien saludó montera en mano tras una buena actuación, en la que colocó los pares con solvencia y exposición. Con la muleta, Cristiano Torres comenzó la faena con una tanda de estatuarios en los medios, intentando imponerse desde el inicio con quietud y mando. Sin embargo, la falta de movilidad del animal pronto se impuso como la principal dificultad de la faena. Fue un novillo muy parado, sin transmisión ni entrega, lo que impidió que tuviera ligazón o emoción. A pesar del esfuerzo del torero, que buscó por ambos pitones y trató de provocar al animal con firmeza y temple, la faena no terminó de romper. Estocada en el sitio. Silencio
Cerró la tarde ‘Canallo’, de la ganadería de Hermanos Saldoval, un novillo bien presentado que fue recogido por Cid de María con un saludo templado por verónicas, llevándolo con suavidad hasta los medios. El torero mostró desde el inicio su buen concepto y colocación, pulseando las embestidas y dejando una impresión de serenidad y mando. Tras el tercio de varas y banderillas, Cid de María inició la faena de muleta doblándose con él por ambos pitones, en un inicio torero y con gusto, bajándole la mano para tratar de someter la embestida desde el principio. Dio paso a varias tandas de derechazos, en las que el torero mostró temple, ligazón y buen ritmo. El novillo, aunque justo de fuerzas, tuvo cierta nobleza por el pitón derecho, lo que permitió momentos de lucimiento. Cid de María lo aprovechó con inteligencia, cuidando las distancias y el ritmo, logrando algunas tandas que calaron. Por el pitón izquierdo el animal se mostró más irregular, por lo que volvió pronto al derecho, donde el torero mantuvo la estructura de una faena bien pensada y asentada. Estocada en el sitio. Vuelta al ruedo
LA RESEÑA
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid) || Feria de la Comunidad
Entrada: Tres cuartos de plaza
Novillos de Ángel Luis Peña (1°), José González (2°), Guerrero y Carpintero (3°), Cerro Longo (4°), Caras Blancas de Carpio (5°), y Hermanos Sandoval (6°)
- BRUNO ALOI (Caldero y Oro) : Silencio tras aviso en ambos;
- CRISTIANO TORRES (Teja y Oro) : Silencio tras aviso y Silencio;
- CID DE MARÍA (Pavo y Oro) : Silencio y Vuelta al ruedo;