Aarón Palacio borda su alternativa con el valor de los elegidos

Aarón Palacio borda su alternativa con el valor de los elegidos
II5A7858

El zaragozano Aarón Palacio tomó la alternativa en Nimes y dejó escrita una página de torero grande. Con apenas dos toros en su haber como matador, se jugó la vida ante un sexto incierto y complicado al que recibió de rodillas a portagayola y sometió con temple y firmeza. Su entrega, rubricada con una estocada de ley, le abrió la puerta del triunfo con dos orejas que consagran el inicio de una carrera prometedora.

Con dos cambiadas de rodillas saludó Aarón Palacio a «Vicioso», el jandilla de su alternativa. El zaragozano se estiró a la verónica con gran suavidad, rematando en los medios con una larga. El toro acusó falta de fuerzas en sus dos encuentros con el caballo, perdiendo las manos a la salida del peto. Tras brindar el toro de su alternativa a su madre, Palacio se fue a los medios para abrir faena con dos cambiados por la espalda, muy ceñidos, y continuar toreando al natural con temple y pulso. Mostró inteligencia al dosificar al astado, concediéndole respiro entre series. Adornó su labor con pases de las flores y molinetes. Por el pitón izquierdo el toro se mostró más reacio, perdiendo las manos al final de cada viaje. El epílogo por bernadinas puso rúbrica a una faena de notable altura, que pudo tener mayor premio de no ser por un pinchazo previo a la estocada. Finalmente, la recompensa quedó en una oreja.

El segundo de la tarde se lesionó la mano izquierda nada más salir y fue devuelto a los corrales. El sobrero, del mismo hierro, salió suelto y metiendo las manos por delante en el capote de Roca Rey, sin darle opción a lucimiento. Bravo resultó en varas, donde acudió pronto y con alegría, cuidándose el castigo. El picador Sergio Molina fue ovacionado tras su labor. Brindó el peruano al público y llevó al toro a los medios para ligar derechazos largos, enganchando con pulso la embestida del jandilla. Noble fue el astado, aunque con el defecto de soltar un tornillazo al final de cada serie que restaba limpieza al conjunto. El epílogo, ya con el toro venido a menos, llegó con circulares invertidos por la espalda, jugándose los pitones en la taleguilla. La suerte suprema se atascó en dos intentos previos antes de lograr la estocada, y el balance final quedó en una ovación. Ovación con saludos.

Se explayó Pablo Aguado en el recibo capotero, toreando a la verónica con cadencia y una suavidad sublime que hizo rugir a los tendidos. Llevó después al toro al primer encuentro por chicuelinas al paso, plenas de gusto, rubricando un prólogo de categoría. Cumbre estuvo Aguado con el capote. Aprovechó Aarón Palacio su turno de quite para dejar unas tafalleras templadas, a las que replicó el sevillano con un animal que se quedó corto y no permitió redondear el lucimiento al sevillano. Con la muleta, Aguado abrió faena con un molinete en los medios antes de templar por derechazos con la figura, erguida, citando con pureza y pulseando con suavidad cada embestida. El toro, de gran clase y calidad, repitió siempre con ritmo y nobleza en los engaños, permitiendo que el sevillano alcanzara cotas de toreo mayor. Fue una faena cumbre, de aroma clásico y sevillano, en la que Aguado, extrajo todo lo que llevaba dentro el jandilla. Una estocada defectuosa y el descabello rebajaron la perfección, pero no el eco de lo vivido. El toro fue ovacionado en el arrastre y Aguado paseó las dos orejas.

Salió el cuarto, un jabonero de preciosa lámina que desde el inicio embistió con brío en el capote de Roca Rey. En su primera vara derribó con violencia, estampando al picador contra las tablas. Brindó el peruano a ‘Larita’ y comenzó la faena desde las tablas, con estatuarios de alto ajuste, para llevar después al toro a los medios. Conjugó Roca una obra de alta nota, marcada por el poder y la firmeza, ante un toro encastado y de gran movilidad que respondió siempre a sus cites. El dominio del limeño quedó patente, y lo mejor llegó por el pitón izquierdo, con naturales largos y profundos que pusieron en pie a los tendidos. El epílogo, de cercanías, fue un derroche de valor con los muslos presentados entre pitón y pitón, enroscándose la embestida a la cintura y cambiándoselo por la espalda, en un final vibrante que incendió la plaza francesa. A la hora de la verdad, se abrió división de opiniones con petición de indulto. La espada cayó delantera y, tras varios golpes de descabello, el jandilla dobló. El toro fue premiado con una vuelta al ruedo en el arrastre, mientras Roca Rey saludó una ovación.

Salió suelto y sin definirse el quinto de la tarde, que no terminó de entregarse en el capote de Pablo Aguado. Fue picado en dos encuentros muy medidos, apenas señalado en el castigo para preservar sus fuerzas. Aguado lo llevó a los medios y, fiel a su estilo, lo toreó con ese compás sevillano y el pulso de sus muñecas, exprimiendo la nobleza de un toro que, sin embargo, careció de poder para que la faena alcanzara mayor vuelo. Con temple y buen gusto, el sevillano firmó una labor sobria pero de nivel, que rubricó con una estocada eficaz. El toro fue levemente ovacionado en el arrastre y Aguado saludó una ovación.

De rodillas, en la puerta de chiqueros, aguardó Aarón Palacio al sexto, al que saludó con una portagayola vibrante que continuó después por verónicas de mucha cadencia. Tras brindar al público, se encontró con un toro de gran movilidad, aunque con la manía de ir y venir sin terminar de entregarse, metiéndose en ocasiones por dentro. Supo el aragonés imponer su temple, ordenando las embestidas con el pulso de sus muñecas, hasta que el animal lo prendió con violencia, arrollándolo. No se amilanó Aarón, que mantuvo firmeza y actitud, toreando con verdad a un ejemplar áspero y complicado. Mató de una estocada entera y, por su valor y determinación frente a un toro nada fácil, paseó las dos orejas.

LA RESEÑA


Nîmes (Gard, Francia). Sábado 20 de septiembre 2025, vespertina. Coliseo romano || Tercera de la feria de la Vendimia

Se lidiaron toros de Jandilla.

Entrada: Lleno en el numerado.

Andrés Roca Rey: Palmas y ovación con saludos tras dos avisos.

Pablo Aguado quien sustituyó a José María Manzanares: Dos orejas y ovación con saludos.

Aarón Palacio, que tomó la alternativa: Oreja y dos orejas.

Detalles:

Tras el paseíllo sonaron los acordes del himno nacional francés «La Marseillaise».

Aarón Palacio se doctoró con el toro «Vicioso» herrado con el número 42, negrode capa, nacido en 11/2020 y de 508 kg.

El cuarto de nombre Truchero, herrado con el número 26, albahío de capa, nacido en 12/2020 y de 538 kg fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre tras petición de indulto.

La banda de música tocó una diana tras la portagayola de Aarón Palacio en el cierra plaza

document.addEventListener('DOMContentLoaded', function() { if (window.innerWidth <= 768) { // Solo para pantallas móviles var sortableTables = document.querySelectorAll('.scporder-table tbody'); sortableTables.forEach(function(tbody) { new Sortable(tbody, { animation: 150, handle: '.scporder-handle', scroll: true, fallbackOnBody: true, swapThreshold: 0.65 }); }); } });