Borja Jiménez arrasa en Roquetas y firma su consagración

Borja Jiménez arrasa en Roquetas y firma su consagración

Por: Carmen Gálvez

1.º. “Magistrado”. Interesante y comprometida la faena de Morante de la Puebla ante el primero de la tarde, un toro de Jandilla con complicaciones, reservón y poco dado a la entrega. Desde los compases iniciales, el de La Puebla se mostró decidido, queriendo agradar al respetable pese a las dificultades del astado.

Llegó a ser prendido sin consecuencias durante un pase al natural, lo que no mermó su disposición. Morante dejó muletazos sueltos de gran sabor, hondos y con esa profundidad que distingue a los elegidos. Pese a que la faena no alcanzó continuidad, sí hubo momentos de gran calado artístico. Falla con los aceros. Ovación.

2.º. “Templario” . Juan Ortega salió al ruedo del coso salinero con actitud firme y el claro propósito de dejar su sello. Con el capote se mostró aseado, pero con buen gusto. Ya con la muleta, se encontró con un toro complicado, de escasa transmisión, al que supo entender y llevar por el camino del temple.

El sevillano marcó los tiempos con maestría, dosificando esfuerzos y dándole aire al toro entre tanda y tanda, siempre con serenidad. Aunque lo intentó por ambos pitones, fue por el derecho donde encontró mayor lucimiento, dejando una serie de naturales de gran nota y profundidad. Ortega estuvo siempre por encima de su oponente, sacándole muletazos con paciencia y firmeza, componiendo una faena de pulso firme y gusto refinado. Remató con una estocada certera. Una oreja.

3.º. “Vocero”  Borja Jiménez ha prendido la mecha de la emoción en el tercero de la tarde, firmando una faena de exquisitez, temple y ambición que ha revolucionado los tendidos. Se ha topado con un gran toro de Jandilla, posiblemente el toro de la feria: bravo, con clase, transmisión y presencia. Un toro que embistió con ritmo y al que se le pudo hacer el toreo desde el principio.

Con el capote anduvo correcto, sin alardes, pero fue con la muleta donde estalló la faena. Borja desplegó un auténtico festival de buen toreo: redondos de mano baja, naturales largos, trincherillas y un repertorio amplio que evidenció su hambre de triunfo. Supo entender al toro desde el inicio y lo toreó con mando y gusto, en una labor medida y entregada, que mantuvo al público en pie durante buena parte de la faena. Culminó con una estocada efectiva que puso el broche a una actuación para el recuerdo. Dos orejas con fuerte petición de rabo y vuelta al ruedo para “Vocero”.

4.º. “Traductor” No acompañó la suerte a Morante de la Puebla con su segundo, un astado deslucido, sin casta ni recorrido, que no ofreció opciones para el lucimiento. Aun así, el de La Puebla volvió a estar por encima de las condiciones del toro, dejando pinceladas de su toreo con aroma añejo. Con el capote se mostró aseado. Ya con la muleta, comenzó la faena pegado a tablas con ayudados por alto, llevándolo con suavidad hacia los medios. A partir de ahí, el toro fue apagándose y se mostró reservón y sin transmisión.

Morante logró robarle algunos muletazos sueltos de gran torería y aire clásico, evocando el toreo antiguo de José Luis “El Gallo”. Remató con molinetes que encendieron los tendidos. Falló con los aceros. Ovación.

5.º. “Viticultor” No tuvo suerte Juan Ortega con el segundo de su lote, un toro deslucido, sin clase, falto de trapío y con la cara a media altura, que se quedaba corto y buscaba por abajo. Un animal sin fijeza que no quiso pelea en ningún momento. Con el capote apenas pudo lucirse. Ya en la muleta, Ortega tiró de oficio, inventándose muletazos. Con buen gusto, logró hilvanar algunos pases que, sin llegar al clamor, fueron agradecidos por la afición, que reconoció el esfuerzo y la entrega del sevillano.

Una faena voluntariosa en la que la estética surgió entre líneas, a pesar de la falta de colaboración del toro. Ovación para el torero y pitos al toro.

6.º. “Verderón”. Borja Jiménez firmó su consagración definitiva en Roquetas con una faena cumbre al sexto, un gran toro con transmisión, fondo y largo recorrido. Desde el primer muletazo mostró su ambición y capacidad, ligando tandas intensas y emocionantes que levantaron la plaza.

La entrega y el temple predominaron en una faena de muchos matices. El diestro sevillano toreó con gusto y con una variedad que desbordó al público: naturales de mano baja, manoletinas, pases de desprecio cargados de torería… un auténtico festival del buen toreo. La plaza fue un clamor. Remató su obra con un estoconazo.  Dos orejas y rabo para Borja Jiménez, que se erige como el indiscutible triunfador de la Feria de Roquetas de Mar 2025, llevándose además el mejor lote de Jandilla.

LA RESEÑA


Plaza de toros de Roquetas de Mar (Almería) ||  Segunda de la Feria de Santa Ana 2025

Se lidiaron toros de Jandilla,

  • Morante de la Puebla, Ovación y Ovación;
  • Juan Ortega, Oreja y Ovación
  • Borja Jiménez, Dos orejas y Dos orejas y rabo;