Jesús Romero triunfa en la apertura de la Feria del Arroz con una deslucida corrida de Pincha

Jesús Romero triunfa en la apertura de la Feria del Arroz con una deslucida corrida de Pincha

Las vacaciones se disipan al mismo compás que lo hacen las comparecencias taurinas en la Región de Murcia. Vuelve la rutina y vuelve Calasparra.

Dicen que septiembre es menos septiembre si te ausentas de la Calle Ordoñez, aquella engalanada por sus balcones con la imagen de la Esperanza, banderas de España corroídas por la tradición de un sol castizo, capotillos que alegorizan la ilusión de los más pequeños, infinitas talanqueras e inagotables locales donde hacen guardia las peñas taurinas. Dicen que septiembre es menos septiembre si no acudes a la feria de novilladas toristas más importante de España.

Bajo el pretexto de poder llevar algún día una camiseta personalizada con mi nombre y un inmenso toro en puntas en la espalda; mochila al hombro y libreta en mano, atravieso el vasto campo lorquino rememorando las hazañas de Alonso Fajardo El Bravo como buen lorquino de a pie: ¡A qué poco nos quedamos de Caravaca, pijo!

Hoy en día, la ampliación de nuestro término municipal reside únicamente en la capacidad que tenga Juan Jiménez de construir cebaderos para chinos. Tal vez, con varios de ellos en tierras calasparreñas, podríamos decir que en Lorca se dan buenas corridas de toros.

Esto es de lógica: a menos abogados y más ganaderos…

Tras esta pequeña exaltación nacionalista lorquina, llegué sano y salvo a Calasparra. Allí me esperaba mi amigo Antonio y en corrales los novillos de “El Pincha” para Jesús Romero (en sustitución de Martín Morilla), Cristian González y Mario Vilau.

En general, corrida estrecha de caja, con falta de remate y cuajo que se observaba en los cuartos traseros de los animales. Las caras se presentaban alargadas, con los pitones en puntas (de agradecer al ganadero) y grandes cunas que maquillaban la falta de remate de trapío del novillo.

Abrió plaza Jesús Romero con el Nº 8, ‘Sonámbulo’. Novillo protestado de salida por la falta de seriedad ya mencionada. Lo recibió Jesús con una larga cambiada de rodillas, acompañada por unos delantales para fijar el novillo al capote. Un vistoso quite por tafalleras en los medios vislumbraba la falta de fuerza del novillo: un solo puyazo defendiéndose por el pitón izquierdo. Perdería las manos al salir. La faena de muleta estuvo orientada al cuidado del novillo, que por momentos se vino arriba, alentando las tandas de derechazos a ras de albero que nunca llegaron. Una oreja con petición de dos. Buen novillo, de escaso de trapío.

El segundo novillo, ‘Clarinete’, presentaba las mismas condiciones morfológicas que su hermano: toro estrecho, de caja pequeña y abierto de pitones, que no contenta a la afición. Mal el picador, que le propina un auténtico “paletillazo” pese a las intenciones de empujar a un solo pitón del novillo. Comenzaría la faena Cristian González probando a Clarinete, novillo que le revisó en diversas ocasiones propinándole varios sustos al hilar los primeros derechazos. Un novillo con poder que “mordía” los muletazos con las manos por delante. Cristian consiguió ir fijando al toro y enseñarlo a embestir, dejando dos buenos naturales que supo reconocer la plaza. Faena de oficio y valor que remata con una media estocada que hará su efecto. Ovación.

Mario Vilau recibió al tercero de la tarde, ‘Clarineto’, toro que quedó rezagado en el encierro, a porta gayola. Lo acompasó de rodillas con el capote, seguido por unas chicuelinas y una afable media. En el caballo, un duro puyazo trasero que dejó condolido al novillo para el resto de la lidia. Con la muleta y en los medios, Mario recibió al novillo de rodillas, mostrando la predisposición que caracterizó el resto de la faena por la falta de fuerza del noble animal. ‘Clarineto’ embistió y Vilau lo supo acompañar. Pinchazo y media estocada que necesitó del descabello en varias ocasiones.

El cuarto de la tarde, ‘Hebillero’, fue recibido con más entusiasmo. Toro de gran cuna que acudió a varas con brío. Lidia caótica de la cuadrilla, donde los subalternos se escaparon de los pitones de “El Pincha” en varias ocasiones. Fue en banderillas donde ‘Hebillero’ comenzó a mostrar síntomas de mansedumbre. Novillo sin fuerza y clase, eso sí, noble. El novillo se rajó rápidamente. Aprovechó Jesús esta condición para desplantar en diversas ocasiones al utrero. Incomprensible petición de la plaza que la presidencia contentó con una oreja.

Corrida de menos a más en cuanto a hechuras se refiere. Notable presentación del quinto de la tarde, toro en la línea morfológica mencionada con algo más de cuajo y remate. ‘Clarineto II’ replicó el nombre de uno de sus hermanos, pero no la actitud en varas: el novillo metió riñones acosando al caballo hasta tablas, dejando la mejor actuación de la tarde. Todo lo contrario aconteció en banderillas: el novillo, pese a las expectativas, se dolió de todos los palos. Nulas posibilidades tuvo Cristian en la muleta: toro rajado, sin clase y protestón. Silencio.

Repitió Vilau el comienzo de faena de su primer toro con una larga cambiada a porta gayola. Un novillo poderoso de inicio que acudió a varas en dos ocasiones, desbancando a su anterior hermano como la mejor actuación de la tarde: metió riñones y acudió en largo, recibiendo un grato puyazo. Comenzó Vilau de rodillas en los medios, entreviendo la gratificante clase del novillo; pronto, con un excelente pitón derecho y, aparentemente, bien dotado de fuerzas.

Vilau deleitó a la afición con dos gratificantes tandas, una por cada pitón, al comienzo de la faena, basadas en la verticalidad, profundidad del muletazo, temple y ligazón, siendo consciente de la oportunidad que le otorgaba el novillo al cruzarse y aprovechar la inercia tras hilar en el segundo muletazo. Debido a esta exigencia, el novillo se rajó rápidamente y no dio opción ninguna al acudir a tablas. Oreja.

LA RESEÑA


Plaza de toros de Calasparra (Murcia) || Primera de la Feria del Arroz 2025

Entrada: Media plaza

Se lidian novillos de Pincha,

  • JESÚS ROMERO, Oreja y Oreja;
  • CRISTIÁN GONZÁLEZ, Ovación y Silencio;
  • MARIO VILAU, Ovación y Oreja;
document.addEventListener('DOMContentLoaded', function() { if (window.innerWidth <= 768) { // Solo para pantallas móviles var sortableTables = document.querySelectorAll('.scporder-table tbody'); sortableTables.forEach(function(tbody) { new Sortable(tbody, { animation: 150, handle: '.scporder-handle', scroll: true, fallbackOnBody: true, swapThreshold: 0.65 }); }); } });