Por: Alberto Núñez
La plaza de toros de Albacete registraba un ambientazo en la quinta de abono, la ausencia de Morante ha sido un jarro de agua fría y no había otro tema de conversación en los aledaños de la Chata en los minutos previos al festejo de hoy, su baja dará paso a un nuevo matador albaceteño, el setenta y cinco de la historia, Manuel Caballero. Hoy había especial ilusión en la corrida, especialmente en Juan Ortega.
Y lo cierto, es que dejó la faena de la tarde y de la feria, hasta el momento. La corrida de Victoriano del Río fue remendada con dos toros de la Ventana de el Puerto, los dos últimos, que cosas pasan en días como hoy. “Dulce” llevaba por nombre el tercero de la tarde, un toro muy justito de presencia, pero que fue un buen toro, embistiendo con calidad, repetición y con nobleza. Ortega lo toreó a placer, dejando ya un gran quite por verónicas. Se desmonteró Jorge Fuentes tras buenos pares de banderillas y destacó en la brega Miguel Ángel Sánchez. La faena fue de las que amortizan entradas, un gusto exquisito tuvo el inicio por ayudados por alto. La faena prosiguió con derechazos de un trazo extraordinario, con el temple marca de la casa, encajado, pasándose cerca al burel. Mantuvo la faena el interés por el pitón izquierdo, naturales hondos, acompañando el trianero con la cintura. Qué maravilla para la vista, que expresión tiene este torero. Hubo detalles únicos de la firma de Ortega como molinetes invertidos, un pase de pecho rodilla en tierra, muletazos por bajo, la plaza entró de lleno y Suspiros de España sonó con elegancia y clasicismo, casi el mismo que tiene Juan. Les contaré un secreto, Ortega quizá sea el torero que más despacio torea hoy día, pues El Rey del Temple, Dámaso González, lo admiraba y confió en él desde sus inicios, algo tendrá el agua cuando lo bendicen. La espada entró en el segundo intento y paseó una oreja que bien pudieron ser dos, para paladear, para deletrear, para acordarte de ella cuando este invierno estemos a bajo cero en la capital de la cuchillería.
El sexto, que llevaba el hierro de la Ventana de el Puerto, un toro feote, por donde lo mirarás, zancudo, largo. Descompuesto y con poca clase, Ortega lo intentó con corazón pero no pudo rematar su tarde, nos regaló un macheteo con una torería descomunal, como no sería aquello, que la ovación del respetable fue de gala, mató al segundo intento y fue ovacionado.
Otra oreja pasearía Manzanares al exigente abreplaza, un toro con transmisión, pero con dificultades. Se abrió bien de capa el alicantino, buena fue la media, empaque tuvo el inicio de muleta por bajo. La faena tuvo importancia y buenos compases por el pitón derecho, con elegancia y profundidad, por el izquierdo no hubo el mismo acople. Tras la estocada paseo el apéndice. Nulas opciones tuvo en el cuarto, un toro basto y feo, manso y muy deslucido, lo mejor, la estocada.
Talavante, pasó de puntillas, sin suerte en el sorteo, y también se le vio algo desdibujado, el público lo percibió y recibió algunos pitos en sus dos toros y en la despedida. El segundo, otro toro mansote y desrazado, con el que Alejandro estuvo por allí como pudo, yéndose pronto a por la espada. El quinto, tuvo seriedad, pero vacío por dentro, desclasado, derribó al picador e hirió al caballo de picar, Talavante estuvo con voluntad, pero el toro no se prestó al lucimiento y suerte que le metió la mano pronto.
La tarde navegó entre la mansedumbre y cierta decepción, se esperaba algo más en su conjunto. Pero, ¿Saben que les digo? … Siempre nos quedará Ortega.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Albacete (Castilla-La Mancha) || Quinta de la Feria de La Virgen de los Llanos 2025
Entrada: Tres cuartos de plaza
Se lidian toros de Victoriano del Río, Puerto de San Lorenzo (6º) y La Ventana del Puerto (5º),
- JOSÉ MARÍA MANZANARES, Oreja tras aviso y Silencio;
- ALEJANDRO TALAVANTE, Silencio y Silencio;
- JUAN ORTEGA, Oreja y Silencio;
[…] Previa Primera de Feria […]