El veterinario Julio Fernández analizó en nuestro podcast A Pie de Albero, la preocupación generada por los nuevos focos de enfermedad nodular contagiosa en Francia y el riesgo de su expansión hacia España. Según explicó, entre el 18 de octubre y el 4 de noviembre se han aplicado “medidas muy duras para restringir movimientos” de animales en determinadas zonas, con el objetivo de erradicar el virus.
Julio detalló cómo actúa la enfermedad en el animal: “Tras un periodo de incubación de entre 4 y 14 días, el virus provoca una fase aguda con fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos. A los dos días aparecen nódulos cutáneos de entre 2 y 5 centímetros, similares a la viruela, principalmente en la cara, cuello, ubre y periné”. Aunque la fase aguda dura pocos días, el veterinario explicó que “el animal queda inutilizado y se procede al sacrificio de toda la explotación para evitar la propagación del virus”.
“Si una ganadería pertenece a un encaste en peligro de extinción y se extermina, se acaba para siempre”, lamentó, subrayando las graves consecuencias económicas y genéticas que puede suponer un solo caso positivo.
El especialista se mostró moderadamente optimista ante la llegada del invierno: “Las bajas temperaturas frenarán la actividad de los vectores. Esta enfermedad, a diferencia de la lengua azul, tiene una viremia de menos de 21 días, lo que la hace más fácil de erradicar”.
En relación con la lengua azul, Fernández confirmó que aún se registran algunos focos en España, aunque “las vacunas han funcionado bien y el riesgo está bajo control”.
Finalmente, el veterinario abordó la evolución de los útiles de lidia, destacando los avances en la “distribución de espadas, caballos y puntillas innovadas”, y celebró que la Junta de Andalucía haya aprobado “la divisa y la banderilla de punzón”. Además, adelantó que la puya cuadrangular podría comenzar a probarse esta temporada, una innovación que “puede mejorar el desarrollo de la lidia y beneficiar al animal”.
Sobre los estudios realizados en toros, Fernández aseguró que los análisis llevados a cabo en la Feria del Pilar de Zaragoza mostraron comportamientos “relativamente normales”, sin detectar anomalías destacables.

