Coincidiendo con la próxima programación torista en la plaza de toros de Las Ventas, en la que se incluyen los tradicionales “desafíos de ganaderías” y la “corrida concurso”, la asociación el toro de Madrid ha hecho público un manifiesto en defensa del tercio de varas.
El documento reivindica el valor de esta suerte, su correcta ejecución y la importancia de recuperar los cánones que deberían regirla. Según el colectivo, lo que tendría que ser la norma se ha convertido en excepción, sustituyéndose por “vicios y malos hábitos” que deterioran la lidia y atentan directamente contra la integridad del toro.
Aunque la asociación se declara partidaria de un cambio reglamentario que regenere y revalorice el tercio de varas, señalan que mientras este no se produzca, el manifiesto puede servir como decálogo de aplicación inmediata bajo la supervisión de la Autoridad competente.
El escrito subraya que estas reivindicaciones no deben limitarse a los festejos catalogados como “toristas”, sino a toda la temporada venteña. La afición, aseguran, “está muy indignada con el ninguneo a la suerte y con los malos hábitos que atentan contra las capacidades del toro”.
A continuación remitimos íntegro el manifiesto:
MANIFIESTO DE LA ASOCIACIÓN EL TORO DE MADRID
Por la regeneración de la suerte de varas y la defensa del Toro en Las Ventas
Con la llegada de los próximos festejos, tras el ciclo estival, se abre un periodo en el que el verdadero protagonista —el Toro— debería ocupar, por fin, el lugar central que le corresponde. Desde la Asociación El Toro de Madrid, siempre firmes en la defensa de la integridad de la Fiesta y de nuestra querida plaza de Las Ventas, queremos trasladar a la afición, a la Autoridad y a los profesionales una reflexión que consideramos urgente y necesaria: la regeneración del tercio de varas, pieza esencial y hoy gravemente deteriorada.
Una suerte degradada
Lo que debería ser uno de los momentos más bellos y emocionantes de la lidia se ha convertido, demasiadas tardes, en un trámite deslucido, en un simulacro carente de rigor. La desidia de los profesionales y la falta de exigencia por parte de la Autoridad han permitido prácticas que, lejos de medir la bravura, destruyen toros con poder o convierten la suerte en una farsa. Esta deriva es inadmisible en la plaza más importante del mundo, que debe ser siempre espejo y ejemplo para todas las demás.
La suerte de varas, tal como debe ser
Reclamamos su ejecución conforme a los cánones:
- El toro debe ser colocado correctamente en suerte, a la distancia justa según su condición.
- El picador ha de citar de frente, ofrecer los pechos del caballo y provocar la embestida toreando con la vara.
- El puyazo debe aplicarse en su sitio: entre el tercio posterior del morrillo y el hoyo de las agujas.
- El primer encuentro, moderado y razonable; los siguientes, ampliando metros de manera progresiva.
Solo así se respeta la función del tercio: ahormar al toro y medir su bravura.
La bravura, en la pelea bajo el peto
Es primordial e insoslayable para calibrar la bravura la pelea del toro en el caballo. Muchas veces parece que se valora más que acudan de largo, sin mirar cómo responden las reses cuando están en la jurisdicción del picador.
Serán siempre buenos síntomas que el toro se crezca bajo el peto, que meta los riñones, que empuje con ambos pitones, que se encelare y se ciegue en la pelea. Por el contrario, acudir desde la larga distancia y salir escupido de la suerte huyendo de los dominios del picador será siempre una tacha de bravura.
La respuesta del toro al puyazo también es muy significativa: si se crece y se queda en los cites que le ofrecen los capotes de los lidiadores o, por contra, se aflige y busca la huida hacia los terrenos de contraquerencia.
Al mismo tiempo, aunque en un segundo plano respecto a la pelea bajo el peto, debe valorarse también la prontitud en la arrancada, la alegría en el galope y el comportamiento tras salir del castigo. Son matices complementarios, pero nunca sustitutivos, de lo esencial: la pelea del toro en jurisdicción del caballo.
Tolerancia cero a los abusos
No podemos aceptar:
- Barrenar moviendo la vara.
- Recargar innecesariamente.
- Tapar la salida sin motivo.
- Ejecutar un primer puyazo desmedido y un segundo simulado.
Si el puyazo cae trasero o bajo, como sucede habitualmente, el picador ha de corregir siempre que el toro lo permita y no se vea obligado a defender la cabalgadura, o bien cesar el castigo y volver a realizar la suerte.
No queremos ver barrenar o “levantar el palo” moviendo la vara de un lado a otro. Tampoco es lícito insistir o recargar el castigo sacando y metiendo el brazo, ni tapar la salida salvo que se trate de un manso que requiera de este recurso.
En estos casos pedimos a la Autoridad que imponga sanciones claras y ejemplares, tanto a los picadores como al matador de turno, responsable de lo que sucede durante la lidia de su toro. Cuando se realizan este tipo de abusos con un puyazo mal ejecutado, provocando la inutilidad de las reses, la sanción debe ser inexcusable. El ganadero no cría un toro y los espectadores no pagan su entrada para ver al picador hacer de matarife.
Responsabilidades compartidas
La suerte de varas no depende solo del picador:
- El matador debe colocar al toro correctamente y velar por el equilibrio del castigo.
- Los subalternos deben situarse en su sitio, sin excesos ni ventajas.
- Los monosabios deben limitarse a su función, sin citar al toro ni dirigir la cabalgadura mientras el picador esté montado.
Caballos: peso, doma y transparencia
Exigimos el cumplimiento del Reglamento:
- Pesaje de todos los caballos, público y visible para la afición.
- Peso siempre dentro del límite legal de 650 kg.
- Caballos correctamente domados y proporcionados al toro que se lidia.
Del mismo modo que se publican los reconocimientos de las reses, deben publicarse también los de los caballos tras el control matinal.
Un trabajo previo necesario
Reclamamos a la Empresa y a la Autoridad que no se limiten a ejercer un papel pasivo en los festejos. Es imprescindible un trabajo previo, un diálogo claro con los profesionales —matadores, picadores y subalternos— en el que se les transmita qué tipo de corrida quiere verse en Madrid y qué exige la afición de su plaza. Solo así se puede garantizar que Las Ventas mantenga el rigor que le corresponde y que la suerte de varas se ejecute de manera íntegra.
Medidas necesarias en Las Ventas
Proponemos que en las corridas concurso y en los desafíos ganaderos se ordene al menos tres entradas al caballo, requisito imprescindible para optar a premio. Además, planteamos la creación de un galardón específico al mejor tercio de varas, con el fin de incentivar su correcta ejecución.
Autoridad: el Reglamento no es negociable
Recordamos a presidentes, delegados, alguaciles y veterinarios que tienen la obligación de velar por el cumplimiento estricto de la normativa. Madrid debe ser modelo de rigor, no escenario de incumplimientos.
Conclusión
La suerte de varas es el corazón de la lidia y el Toro su razón de ser. Sin ellos, la Fiesta pierde autenticidad, grandeza y sentido. Desde la Asociación El Toro de Madrid exigimos su defensa y regeneración inmediata. Madrid debe seguir siendo el faro y espejo de la tauromaquia.
Estas propuestas están encaminadas a dar cumplimiento tanto a las demandas de los aficionados como a lo dispuesto en el Reglamento sobre el tercio de varas, la integridad de la Fiesta y los derechos de los espectadores. Con su aplicación, se mejoraría notablemente la calidad del espectáculo y se reforzaría el prestigio de nuestra plaza.

