Por Redacción 
El Club Cocherito de Bilbao celebró el pasado, 12 de marzo, un coloquio con María Fortes Roca (Mary Fortes), una figura polifacética del mundo taurino como novillera, empresaria, crítica taurina y ganadera, en el marco de las actividades conmemorativas del Día Internacional de la Mujer. El acto contó también con la participación de su hijo, el matador de toros Saúl Jiménez Fortes, y fue dirigido por Laura del Rey, vicepresidenta del Club, y Aitor Vian, miembro de la Junta Directiva.
Mary Fortes: superando barreras
Mary Fortes, quien además es directora artística de la Escuela Taurina de Antequera, centró su intervención en los orígenes de su afición y las dificultades que enfrentó por su condición de mujer para ejercer la profesión taurina. Relató cómo, incluso después de levantarse el veto que impedía a las mujeres lidiar a pie, tuvo que superar negativas de otros toreros a compartir cartel con ella. “Ser mujer en el mundo del toreo no ha sido fácil, pero mi pasión por los toros me ha dado la fuerza para seguir adelante”, afirmó.
Saúl Jiménez Fortes: en busca de su identidad
Por su parte, Saúl Jiménez Fortes habló sobre su búsqueda de identidad como torero y el proceso personal que ha vivido para superar la desconfianza tras sufrir graves cornadas. También compartió su experiencia en la reaparición y confirmó su participación en varias plazas durante esta temporada, incluyendo Málaga, Madrid y diversas localidades de Francia y el norte de España.
Un coloquio inspirador
El coloquio, que combinó testimonios personales y reflexiones profundas, fue una oportunidad para destacar el papel de la mujer en el mundo taurino y la resiliencia necesaria para superar los desafíos. Mary Fortes y Saúl Jiménez Fortes representan dos generaciones unidas por la pasión por los toros y el compromiso con su profesión.
Mary Fortes sigue trabajando en la formación de nuevos valores a través de la Escuela Taurina de Antequera, mientras que Saúl Jiménez Fortes se prepara para una temporada llena de retos y oportunidades en plazas de toda España y Francia.
Este coloquio no solo celebró la trayectoria de dos figuras destacadas del toreo, sino también el espíritu de superación y la lucha por la igualdad en un mundo tradicionalmente dominado por hombres.