Por Redacción 
Con una figura visiblemente más estilizada y delgada, Morante de la Puebla reapareció este sábado en Verona (Italia) para recibir el premio Ópera Taurina, concedido por el Club Taurino Italiano en reconocimiento a su trayectoria. El acto tuvo como escenario la histórica Arena de Verona, circo romano del año 30 d.C., donde el maestro incluso llegó a dibujar unos lances a la verónica que despertaron la emoción de los presentes.
Según informa Zabala de la Serna en El Mundo, Morante recogió la distinción de manos del presidente del Club, Paolo Mosole, y del vicepresidente, Gaetano Fortini, en un ambiente marcado por la esperanza —tan extendida como incierta— de un posible regreso del torero a los ruedos tras su inesperada retirada el pasado 12 de octubre en la plaza de Las Ventas.
El propio Club Taurino Italiano ya había anunciado el galardón en su web, acompañándolo de un texto que refleja el sentir de buena parte de la afición: “Es esperado por todos los aficionados. Está siendo cortejado por empresarios taurinos, que esperan encontrar la coyuntura necesaria para un acuerdo y llevarlo a las plazas en 2026. Ronda parece probable, y quién sabe si otros o ninguno…”.
Las especulaciones sobre su vuelta se han multiplicado en los últimos meses, alentadas por las propias palabras del torero tras su retirada. Días después, Morante matizaba en The New York Times que “no es una retirada, es solo un descanso”, mientras que aquella misma noche declaraba en El Mundo: “No me he cortado la coleta, me la he quitado”, frases que avivaron el anhelo de volver a ver al genio cigarrero vestido de luces.
A ello se suma que, recientemente, José María Garzón, nuevo empresario de la Maestranza de Sevilla, visitó a Morante en Marinha Grande (Portugal), mientras que Rafael García Garrido, empresario de Las Ventas, reconocía en ABC: “No descarto que Morante toree en Las Ventas en 2026”.
Pese a todo, desde el entorno del torero se transmite un mensaje de prudencia y cierto cansancio ante la constante rumorología: “Está retirado y no tiene sentido hablar ahora de esa posibilidad”, aseguran.
Mientras tanto, el toreo —y su afición— sigue instalado en esa frontera difusa entre la realidad y el deseo. Como escribió Calderón de la Barca, “que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Y el de Morante, hoy por hoy, sigue siendo uno de los más soñados.