Por José Alcaraz 
En el siglo XVIII, probablemente, el mayor evento taurino realizado tendría relación con la proclamación como monarca de Carlos III. Según Ricardo Montes, tuvieron lugar varias corridas en celebración del acontecimiento. Las fechas que propone son el 21, 22 y 23 de noviembre de 1759, con toreros de Antequera y Sierra Morena, y diecisiete toros lidiados de la siguiente forma:
“Arpones, garrochas y perros; toreo a caballo, alanceamiento y espada; de todo se vio en el coso taurino. También se dio muerte a un toro desde una silla e incluso un espontáneo fue arrollado por un toro. La búsqueda de los toros se comisionó a José Paniza”.
El siglo XIX en la ciudad de Lorca va acompañado de una notable eclosión en el ámbito socio-económico, siendo notoria en la urbanística de la ciudad. Tal vez el sistema de la Restauración fue propicio para cierta estabilidad.
La construcción de espacios públicos como las plazas de San Vicente, Colón y Calderón; la reforma del Teatro Guerra (1892), habiendo sido inaugurado en 1861; la erección del Puente Viejo y del Puente de Hierro; la implantación del alumbrado público y la inauguración de la estación de tren de Sutullena contextualizan la construcción de la primera plaza de toros de Lorca.
4.1. La primera plaza de toros. Plaza de los Caños (1839)
La ubicación de esta primera plaza de toros de Lorca se encontraba en el antiguo Cuartel de Artillería, el cual, tras su abandono en 1802, fue derruido. La plaza correspondía a un perfil humilde, realizada en madera, y albergaba una capacidad aproximada para 5.000 personas. Fue denominada Plaza de los Caños y su supervisión final se atribuyó al arquitecto Juan Ibáñez. La corrida inaugural se llevó a cabo el 18 de septiembre de 1839, acompañada de otros dos festejos los días consecutivos 19 y 20 de marzo, con ganado del Duque de Veragua, sumando un total de 21 ejemplares.
Gracias a la documentación de archivo existente conocemos la cuadrilla de toreros que lidió esos días. A la cabeza se encontraba Francisco Montes “Paquiro”, una de las máximas figuras de la época, acompañado por José Redondo “El Chiclanero” y Tomás Muñoz. La plaza presentó severas pérdidas económicas tras la realización del festejo.
4.2. La segunda plaza de toros. “La del Carmen” (1882)
Probablemente, la cesión del terreno, el estado de la plaza y el escaso aforo —que repercutía claramente en el aspecto económico— llevaron a la sociedad lorquina a la construcción de una nueva plaza, esta vez localizada tras la iglesia del Carmen. Las obras comenzaron en junio de 1880, siendo inaugurada en septiembre de 1882 por Lagartijo y Gallito Chico (padre de Joselito y Rafael). Persistieron, no obstante, los problemas de aforo y de carácter constructivo. Tal vez debido a ello, en abril del mismo año, por iniciativa privada y en “un trozo de tierra de su propiedad situado en la Diputación de Sutullena”, Raimundo Ruano, banquero lorquino, enviaba un telegrama al arquitecto hellinero Justo Millán —autor de la plaza de toros de Murcia— para la construcción de una nueva plaza de toros.