El festival comenzó con la vuelta al ruedo del novillero Nicolay Real, que abrió la tarde con una actuación templada, ganándose el reconocimiento del público por su oficio y disposición. Tras él, Alejandro Talavante dejó detalles de su concepto depurado: primero saludó una ovación y más tarde dio una vuelta al ruedo tras una faena de estructura clásica y empaque, que conectó con los tendidos pese a la condición de sus oponentes. Javier Blanco también mostró solvencia en su doble comparecencia, firmando silencio en su primero y vuelta al ruedo en su segundo, en una labor de entrega y oficio. Paco Cortez, por su parte, alternó silencio y palmas en una tarde en la que dejó pasajes de buena composición.
La gran dimensión del festival llegó de la mano de Pablo Aguado, auténtico triunfador de la jornada. El sevillano cortó dos orejas en su primera comparecencia y culminó su tarde con dos orejas y rabo simbólicos tras el indulto del toro “Artista”, número 50, de Peñas Blancas, un ejemplar de gran clase y profundidad al que Aguado toreó con sutileza, hondura y una naturalidad que embriagó la plaza. El temple y la pureza del sevillano, unidos a la extraordinaria bravura del astado, construyeron una faena de altísimo nivel artístico que justificó el indulto y marcó uno de los momentos más destacados del festival.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Mulaló (Colombia) || Festival Arte y Solera Tambo Mulalo 2025
- Novillero Nicolay Real, vuelta al ruedo
- Alejandro Talavante, palmas y vuelta al ruedo
- Pablo Aguado, dos orejas y dos orejas y rabo luego de indultar al toro «Artista» #50 de la ganadería de Peñas Blancas
- Javier Blanco, silencio y vuelta al ruedo
- Paco Cortez, silencio y palmas;

