A 4.000 metros sobre el nivel del mar, la plaza de Checayani vibró con un festejo en el que destacaron la entrega de los matadores y la bravura aislada de un ejemplar de nota. La tarde dejó triunfos importantes y emoción en los tendidos
En el singular coso de Checayani, donde la emoción respira más fuerte que el propio aire enrarecido de la altitud, se celebró una tarde llena de contrastes. Cristóbal Pardo fue protagonista desde el inicio: mostró oficio y capacidad para entender a sus toros, logrando una oreja en su primero. No se conformó y, en el toro de regalo, volvió a dar una vuelta de tuerca para cortar otra oreja entre el reconocimiento del público.
Emilio Serna firmó una faena de temple, mando y limpieza que le valió una oreja, premio a su capacidad para imponerse a un toro que exigía firmeza. Jorge Isiegas, en cambio, no encontró opción de lucimiento; pese a su disposición, fue silenciado.
Julio Alguiar, que sorteó el mejor toro del encierro y lo cuajó de principio a fin. Su faena, medida, profunda y de gran conexión con los tendidos, le abrió la puerta a dos orejas. Completó el cartel el novillero Jesús Mariano Herrera, que dejó detalles de interés y una actitud seria ante su novillo, siendo ovacionado tras una labor prometedora.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Checayani (Perú) (4.000 m) || Corrida de Toros 2025
- Cristóbal Pardo: oreja y oreja en el de regalo.
- Emilio Serna: oreja.
- Jorge Isiegas: silencio.
- Julio Alguiar: dos orejas (al mejor toro).
- Jesús Mariano Herrera (novillero): ovación

