El matador de toros David de Miranda, una de las figuras más firmes del escalafón actual, fue el protagonista del coloquio celebrado este martes en el Club Cocherito de Bilbao, donde hizo un recorrido por su trayectoria profesional. El acto, presentado por Javier Nebreda, presidente de la entidad, y moderado por el directivo Aitor Vian, reunió a numerosos aficionados que siguieron con atención el testimonio del diestro de Trigueros.
Durante el encuentro, De Miranda repasó los hitos de una carrera marcada por la constancia y la superación. Recordó su alternativa de manos de José Tomás, un privilegio que el maestro de Galapagar solo ha concedido a otros dos toreros, y evocó el grave percance sufrido en 2017 en la plaza de Toro (Zamora), donde la fractura de cinco vértebras le mantuvo un año alejado de los ruedos.
El onubense rememoró también su regreso triunfal en Las Ventas en 2019, cuando, sin nada que perder, cortó dos orejas al sexto toro y salió por la Puerta Grande. Después llegó la pandemia, que interrumpió el impulso de aquella gesta, pero no su determinación. “Mantuve la fe”, aseguró ante los aficionados bilbaínos.
Su nombre volvió a situarse en primera línea gracias a sus actuaciones en Sevilla, especialmente la de abril de 2024, donde cortó dos orejas, y la de la pasada primavera, cuando abrió la Puerta del Príncipe y fue proclamado triunfador de la feria. A esas tardes se sumó su triunfo en Málaga, señalado por Nebreda como uno de los más rotundos de la temporada 2025.
De Miranda, que este año ha sumado 23 paseíllos con un balance de 61 orejas y un rabo, también quiso tener palabras de gratitud hacia José Luis Pereda, su anterior apoderado, con quien mantiene una relación de amistad y a quien reconoció “todo el trabajo y apoyo en los momentos más difíciles”.
