El Club Cocherito de Bilbao celebró en la tarde del martes 16 de julio su tradicional coloquio para analizar los carteles de las próximas Corridas Generales, tras su presentación por parte de la empresa BMF, gestora de la plaza de toros de Vista Alegre. En esta edición, el encuentro se convirtió en un ejercicio de transparencia poco habitual, marcado por la preocupación de los aficionados ante el rumbo actual del coso bilbaíno.
El coloquio, celebrado en la sede del club, contó con la participación de Jon Bilbao, administrador general de la plaza y representante de la Junta Administrativa, junto al presidente del Club, Javier Nebreda, y Álvaro Suso, miembro de la Junta Directiva.
En un ambiente de creciente inquietud, Jon Bilbao reconoció públicamente la tensión de las negociaciones con la empresa adjudicataria, asegurando que el ciclo presentado —compuesto por cinco corridas de toros, una de ellas mixta, y una novillada picada— responde a “cesiones mutuas” fruto de un complejo diálogo. Bilbao justificó este formato como una “excepción temporal”, a la espera de que BMF pueda desarrollar plenamente su modelo de negocio en el futuro.
Lo más llamativo del acto fue que apenas se habló de la composición de los carteles, que quedaron en segundo plano frente al malestar generalizado por la situación actual de la plaza. Las intervenciones del público fueron unánimes al señalar la “desidia, abandono y falta de afición” de la empresa gestora como responsables directos del declive de una plaza que antaño fue referente en el calendario taurino nacional.
El Club Cocherito, en su papel de punto de encuentro y reflexión de la afición bilbaína, volvió a erigirse como altavoz de un sentimiento compartido: el temor a que Vista Alegre pierda definitivamente su condición de plaza de primera si no se produce un giro en la gestión y una apuesta decidida por recuperar el esplendor de la Semana Grande.