Regreso triunfal de los toros a Alcañiz: Isiegas, a hombros, y Sánchez Vara e Imanol, a oreja por coleta

Regreso triunfal de los toros a Alcañiz: Isiegas, a hombros, y Sánchez Vara e Imanol, a oreja por coleta

Un año después de su ausencia, los toros regresaron a Alcañiz con un lleno hasta la bandera y un ambiente festivo que devolvió al coso turolense el toreo. La expectación se transformó en emoción desde el paseíllo y las peñas pusieron el calor de una tarde que tuvo como protagonista a Jorge Isiegas, triunfador con dos orejas y salida a hombros por la Puerta Grande. Junto a él, Javier Sánchez Vara e Imanol Sánchez firmaron también pasajes de mérito en un regreso que se vivió “por todo lo alto”.

Sánchez Vara abrió la tarde con un toro noble pero falto de fondo, al que saludó con una larga de rodillas y verónicas templadas. El tercio de banderillas, compartido con Imanol Sánchez, encendió a las peñas. En la muleta, el veterano midió tiempos y apostó por la suavidad, sacando muletazos de uno en uno hasta conectar con los tendidos. Remató con un desplante muy jaleado y media estocada tendida que le valió una oreja.

El segundo, para Imanol Sánchez, fue un toro hondo y voluminoso pero parado. El aragonés brilló en el quite por chicuelinas y en un tercio de banderillas vibrante, donde llegó a colocar hasta cuatro pares. En la muleta puso firmeza y verdad, extrayendo muletazos hondos pese a la falta de empuje del animal. Una gran estocada rubricó su esfuerzo y le permitió cortar una oreja de peso.

El tercero correspondió a Jorge Isiegas, que se estiró a la verónica en el saludo capotero. Aunque el toro se frenó en la muleta, el zaragozano tiró de oficio y tesón, pulseando y enganchando las embestidas hasta firmar una faena de mérito que cerró en terrenos de las peñas por manoletinas. Una estocada certera le puso en las manos las dos orejas, premio mayor de la tarde y llave de la Puerta Grande.

El cuarto, de nuevo para Sánchez Vara, embistió humillando de salida. El de Guadalajara brilló en banderillas antes de brindar íntimamente y estructurar una faena sobria a un toro que fue a menos. Solo al final, en terrenos de las peñas, logró levantar los tendidos. La media estocada dejó todo en silencio.

El quinto, de Imanol Sánchez, desarrolló peligro desde los primeros compases. Tras un vistoso inicio con el capote y un gran tercio de banderillas, el toro se vino a menos en la muleta, quedándose corto y buscando siempre al torero. El zaragozano expuso de verdad, aguantó las miradas y se la jugó de uno en uno, demostrando firmeza frente a un animal que no regaló nada. Un pinchazo previo a la estocada le privó del premio, pero su entrega quedó reconocida en los tendidos.

El sexto fue devuelto por descoordinarse tras una vuelta de campana, y el sobrero que lo sustituyó fue protestado por su escasa presencia. Pese a ello, Isiegas brindó al alcalde de Alcañiz y construyó una faena aseada basada en la nobleza del astado. La obra tuvo buen tono, aunque la espada falló y hubo de recurrir al descabello, cerrando su actuación con una oreja.

LA RESEÑA


Plaza de toros de Alcañiz (Teruel) || Corrida de Toros en Honor a la Virgen de Pueyos y el Santo Ángel Custodio

Entrada: Plaza llena

Se lidiaron toros de Cuevas Bajas (6º bis)

  • Sánchez Vara, oreja y silencio; 
  • Imanol Sánchez, oreja y silencio; 
  • Jorge Isiegas, dos orejas y oreja;