Por Redacción 
La corrida que puso fin a la Feria de la Antigua de Guadalajara dejó un nombre propio: Tomás Rufo, quien volvió a demostrar el gran momento que atraviesa. El joven toledano cortó dos orejas —una en cada toro— con fuerte petición de la segunda, negada en ambas ocasiones por la presidencia, lo que provocó las protestas de los tendidos. Pese a ello, Rufo salió reforzado de una tarde en la que dejó una imagen de torero sólido, maduro y con dimensión de figura.
Su primera faena, al tercero, fue de gran empaque. Lo recibió con un ramillete de verónicas templadas y mandonas y construyó después una obra llena de mando, temple y largura, con pasajes inspirados que calaron en la plaza. Cerró por manoletinas ajustadas y dejó una gran estocada que le valió una oreja con fuerte petición de la segunda. Con el sexto, “Acodado”, puso el broche a la feria. Tras recibirlo a portagayola, se entregó en una faena de hondura y verdad, cuajada de muletazos largos y sentidos. El público pidió con fuerza los máximos trofeos tras una gran estocada, pero de nuevo el palco negó la segunda oreja, decisión muy protestada.
Sebastián Castella y Pablo Aguado corrieron peor suerte con sus lotes. El francés se topó con un primer toro sin opciones, pero en el cuarto logró una faena templada y profunda, especialmente al natural, que levantó al público aunque la espada redujo el premio a una ovación. Pablo Aguado, por su parte, se estrelló con dos toros deslucidos y sin entrega, apenas pudiendo dejar detalles de su torería, siendo silenciado en sus dos comparecencias.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Guadalajara (Castilla-La Mancha) || Última de la Feria de La Antigua 2025
Entrada: Tres cuartos de plaza
Se lidiaron toros de Zalduendo,
- SEBASTIÁN CASTELLA, silencio y ovación;
- PABLO AGUADO, palmas tras dos avisos y palmas;
- TOMÁS RUFO, oreja y oreja;