Tras doce días de hospitalización, Guillermo Hermoso de Mendoza ha recibido el alta médica y ha abandonado el Centro Médico ABC de Ciudad de México, donde permanecía ingresado desde que el pasado 15 de noviembre se le detectara una meningoencefalitis, una inflamación del cerebro y de las membranas que lo recubren que requirió atención urgente.
El rejoneador había mostrado una mejoría sostenida desde el viernes, cuando los especialistas confirmaron que la inflamación cerebral se había reducido entre un 60 y un 80 % y que los focos inflamatorios inicialmente identificados ya estaban inactivos. Con este avance clínico, el equipo médico autorizó hoy su salida del hospital. A la puerta del centro, y visiblemente aliviado, Hermoso de Mendoza transmitió su alegría en una imagen difundida en sus redes sociales con un mensaje elocuente: “Por fin vamos a casa”.
El objetivo del torero a caballo es retomar la actividad cuanto antes. Su intención, si la recuperación sigue el curso previsto, es volver a montar y reanudar los entrenamientos el 1 de diciembre.
Tal y como adelantamos en su momento, Hermoso de Mendoza ingresó con síntomas de gran intensidad: mareos severos, vómitos, dificultades para articular frases, un acusado agotamiento y signos de deshidratación. Las pruebas revelaron una inflamación significativa, especialmente en el hemisferio izquierdo, así como la presencia de varios focos inflamatorios activos. Ante este cuadro, los médicos aplicaron un tratamiento intensivo basado en antibióticos, antivirales y medicación intravenosa para garantizar su acción en el sistema nervioso central.
En los últimos días, el rejoneador navarro ha experimentado una evolución muy positiva: hablaba ya con normalidad, sin rigidez cervical, prácticamente libre de mareos y con mayor lucidez. Además, había iniciado una rehabilitación específica de equilibrio y movilidad, y los especialistas descartaron tanto la necesidad de nuevas punciones como la posibilidad de secuelas o complicaciones posteriores.

