La cuarta edición de la Feria del Aficionado «3 Puyazos» ha vuelto a reunir a los amantes del toro bravo en un evento único y singular. Este ciclo taurino, ya consolidado como uno de los referentes entre los festejos populares y de gran defensor del toro, tuvo lugar recientemente en la plaza de toros de San Agustín de Guadalix, en la Comunidad de Madrid.
Organizada por el Club Taurino «3 Puyazos», esta feria tiene como propósito principal preservar la integridad del toro bravo en todas sus fases, especialmente en la suerte de varas, eje central que da nombre al evento. Este club sin ánimo de lucro, formada por un grupo de aficionados, alrededor de sesenta, comprometidos con la pureza del espectáculo taurino, se ha consolidado como un modelo alternativo de gestión y promoción taurina, priorizando la calidad del toro y del tercio de varas sobre los intereses comerciales.
Esta edición de la Feria del Aficionado «3 Puyazos» contó con tres festejos taurinos. El primero fue una novillada con un desafío ganadero entre las ganaderías de Barcial y Alicia Chico, en la que actuaron los novilleros Jesús de la Calzada y Miguel Andrades. El segundo festejo fue una corrida de toros, también en desafío ganadero, con toros de Prieto de la Cal y Cuadri, lidiados por Luis Gerpe, Juan de Castilla y Cristóbal Reyes. La gran novedad de esta cuarta edición fue una corrida especial en la que el matador Damián Castaño se enfrentó él solo a seis toros de la ganadería de Dolores Aguirre, en un gesto de gran valor y compromiso.
En cuanto a resultados, la feria destacó por festejos emocionantes con faenas profundas y una notoria implicación de público y profesionales en defensa de la esencia taurina. Se vivieron intensos tercios de varas, con toros que acudieron en repetidas ocasiones al caballo, poniendo en valor la labor de los picadores. Destacaron varias actuaciones notables, como las de Gabin Réhabi o Javier Martín.
En definitiva, la cuarta edición de la Feria del Aficionado «3 Puyazos» ha reafirmado su identidad como cita imprescindible para los aficionados más exigentes, subrayando la importancia del toro íntegro y del espectáculo auténtico y honesto como ejes fundamentales de la fiesta taurina.

