El majestuoso Palacio de la Aljafería de Zaragoza fue escenario este martes de un coloquio taurino, enmarcado en el ciclo ‘Conversaciones en la Aljafería’. Este primer encuentro de 2025, dedicado al mundo del toro, reunió a dos destacados profesionales del toreo aragonés: el diestro zaragozano Imanol Sánchez y el novillero Cristiano Torres. Durante aproximadamente media hora, ambos compartieron reflexiones sobre lo que significa ser torero en la actualidad, así como las exigencias y compromisos que conlleva esta profesión.
Imanol Sánchez, con una trayectoria consolidada, comparó el arte del toreo con la creación de una obra pictórica: «Debemos tener la capacidad de crear una obra en 20 minutos, sin posibilidad de rectificar lo que estamos haciendo». Con esta metáfora, el diestro subrayó la intensidad y la precisión que requiere cada faena en el ruedo.
Por su parte, Cristiano Torres, una de las jóvenes promesas del toreo, destacó el momento de esplendor que vive Zaragoza en el ámbito taurino. «Es bonito que Zaragoza cuente con novilleros en las principales ferias», afirmó el joven torero, quien tiene por delante importantes citas como su participación en la feria de San Jorge en Zaragoza y su debut en Madrid en mayo. Torres también confesó su especial conexión con la plaza zaragozana: «Cada vez que hago el paseíllo aquí, lo hago con la piel de gallina». Además, hizo hincapié en la importancia de la preparación física y mental para enfrentarse al toro: «Siempre piensas que podrías haber entrenado un poco más para llegar en las mejores condiciones».
El coloquio también abordó las preferencias de ambos toreros en cuanto a encastes. Cristiano Torres se mostró partidario del encaste Domecq, mientras que Imanol Sánchez expresó su predilección por los toros de Santa Coloma y Miura, «porque son animales que permiten crear emoción en la plaza».
El acto, que transcurrió en un ambiente distendido y cercano, permitió a los asistentes conocer las vivencias, anécdotas y aspiraciones de ambos toreros. Además, el público tuvo la oportunidad de interactuar con los protagonistas durante un turno de preguntas, donde surgieron cuestiones que revelaron el lado más humano y personal de los invitados.
Con este coloquio, la Aljafería no solo reafirmó su papel como espacio cultural y de diálogo, sino que también rindió homenaje a una tradición profundamente arraigada en la identidad aragonesa. El mundo del toro sigue vivo, y figuras como Imanol Sánchez y Cristiano Torres son testimonio de su evolución y futuro prometedor.