La ganadería abulense de José Escolar, una de las clásicas de la Feria del Toro, ha protagonizado este sábado un encierro rápido, emocionante y con momentos de tensión, que se ha completado en 2 minutos y 42 segundos.
La lluvia caída durante la madrugada no ha sido impedimento para que numerosos corredores abarrotasen el recorrido, dando lugar a un encierro vibrante desde el primer tramo. El cohete sonó con algo más de un minuto de retraso debido a una incidencia en Santo Domingo, pero desde ese instante la manada avanzó hermanada y a gran velocidad.
A la altura del Ayuntamiento, dos astados tomaron la delantera junto a los cabestros, marcando un ritmo vertiginoso. En la siempre peligrosa curva de Mercaderes, los toros no impactaron contra el vallado, lo que permitió una transición ordenada hacia la calle Estafeta, donde se registraron numerosas caídas y resbalones, aunque sin heridos de gravedad. Las circunstancias permitieron, además, algunas carreras lucidas por parte de los mozos más experimentados.
El momento más peligroso se vivió ya dentro de la plaza de toros, cuando uno de los ejemplares de Escolar se distrajo antes de entrar a los corrales y comenzó a barbear las tablas del ruedo en dirección a un grupo de mozos refugiados en un burladero, generando escenas de alta tensión en los segundos finales del encierro.
Tensión y velocidad en el encierro de José Escolar en San Fermín: 2 minutos y 42 segundos de emoción tras la lluvia
