Por Redacción 
Morante de la Puebla vivió este domingo una de las jornadas más memorables de su carrera en la Plaza de Toros de Las Ventas. Tras abrir la Puerta Grande, el diestro fue sacado a hombros por una marea de aficionados que pretendían llevarlo hasta el Hotel Wellington. Sin embargo, la euforia se vio interrumpida por una actuación policial que impidió completar el trayecto.
La Policía solo permitió que Morante fuera llevado en volandas hasta la mitad del recorrido, desde la plaza hasta las inmediaciones de la glorieta de Manuel Becerra.
Pero la historia no terminó ahí. Lejos de apagarse, la pasión se trasladó hasta el Wellington, donde miles de aficionados siguieron congregados para homenajear al genio de La Puebla. Al grito de “¡José Antonio, Morante de la Puebla!”, el torero respondió saliendo al balcón de su habitación, provocando una nueva oleada de vítores y aplausos.
Un momento inolvidable que traspasa lo taurino para convertirse en fenómeno social. Sencillamente, histórico.