Por Redacción 
Mario Vilau mostró sus cartas en Ceret. Un impacto en toda regla del novillero catalán que cortó dos orejas que debieron ser tres y salió a hombros de una plaza caracterizada por la exigencia de su público que en esta ocasión se emocionaron con el joven novillero de Hospitalet.
Dimensión de Mario Vilau que con apenas cuatro novilladas en su hoja de servicios apostó por acudir a Ceret, epicentro de aficionados catalanes como él. Un triunfo que ha puesto en guardia a comisiones y empresas que empiezan abrir las puertas y carteles a un novillero que llama a las puertas de las grandes ferias de cara a 2026.
En Ceret, Mario Vilau fue un torbellino frente a una exigente novillada de Quintas. Clasicismo, temple, entereza, resolución, valor, aplomo y una mano izquierda de muchos quilates que impuso su ley a dos ejemplares que pidieron tener los papeles en regla.
En año de rodaje, Mario Vilau tiene por delante distintas fechas para continuar poniendo en valor su compromiso con La Tauromaquia como son este próximo fin de semana Gabilanes el día 26 e Iscar el día 27; Después se presentará en Calatayud el 15 de agosto y competirá el día 31 de agosto por el Piñón de Oro de la localidad vallisoletana de Pedrajas de San Esteban.
Y antes de todo eso, una tarde marcada en rojo en su calendario: Vinaroz, 9 de agosto. El catalán regresa a la plaza donde arrancó temporada en Europa, cerca de Cataluña y donde arrastró a muchos partidarios y seguidores el mes de abril. Ahora lo hace para competir en el Circuito Valenciano de Novilladas. Esta anunciado frente a un encierro de Antonio Palla.