“Buscamos muchas veces definir qué es la pureza, y quizás la pureza sea una enfermedad de la que no podemos curarnos”

Con un sentido homenaje y una sonora ovación en recuerdo del padre de Anabel Álvarez, presidenta de la Plaza de Toros de Granada y organizadora de las Jornadas Taurinas de la Corrala de Santiago, se inauguraba la 27º edición de las mismas; y unas jornadas que se inauguraban nada más y nada menos que con la presencia de Diego Urdiales en la ciudad nazarí.

Un Diego Urdiales que, durante algo más de una hora, y junto al crítico taurino Antonio Capilla, fue desglosando sus 25 años de alternativa, recordando momentos tanto dulces como amargos, profundizando en su particular concepto de tauromaquia y sin dejar de lado la crítica hacia el “sistema” que nos rodea, y sin perder tampoco el sentido del humor al relatar anécdotas como la de aquel año 2010 en el que, con apenas tres horas antelación, se le comunicó que sustituía a Miguel Ángel Perera en las Corridas Generales de Bilbao.

Comenzando por sus inicios como novillero y como matador de toros, puso el énfasis el espada riojano en lo complicado de querer ser torero en una tierra que no destaca por una profunda vinculación con el toro, dónde “lo más taurino que se podía hacer era correr un encierro”. Cómo es lógico, guarda Diego Urdiales un recuerdo especial del cartel de su alternativa, llegando a afirmar que su cartel soñada para conmemorar este año sus 25 como matador, sería el mismo que en el año año 1999, en Dax y con el Maestro Paco Ojeda “aún es posible, creo”, comentaba en tono jocoso sobre la posibilidad de alternar con el de Sanlúcar.

Un espacio importante de la charla lo ocupó el tratar sobre la independencia de Diego, afirmando que, para él, siempre ha sido mucho más importante el considerarse un torero libre antes que tener una gran casa que le apodere pero que le obligara a perder su concepto y sus formas, criticando en cierto punto a algunos apoderados por no respetar el estilo de sus toreros y tener como única intención el estar en el mayor número de tardes posibles.

Muy crítico se mostró también tanto con los empresarios y con el denominado “sistema”, por buscar el triunfo fácil en lugar del que conlleva más esfuerzo, lanzando un mensaje a los jóvenes que empiezan en las escuelas taurinas “la vocación y el querer ser torero son el único resorte para no tirar la toalla a la primera de cambio”.

Sobre el maltrato que ha sufrido el riojano por parte de algunos empresarios y de grandes casas, únicamente dejó Diego Urdiales una frase con la que dictó sentencia: “El daño me lo han hecho personalmente, al dejarme fuera, pero al que se lo han hecho es al toreo”. Y sobre si es más importante el torero que llena las plazas o el que es seguido únicamente por el aficionado más selecto, afirmó que “al que llena las plazas lo tienes que poner, pero hay una segunda baraja de toreros de la que en muchos sitios se están olvidando”

Hubo también momentos para recordar alguno de sus momentos más duros en lo físico, entre los que destacó su temporada 2022, tras la fuerte cornada de Valencia que le hizo plantarse dejar el toreo, y otra en sus primeros años cuándo decidió torear su primera corrida de Victorino con dos costillas rotas, tras una cogida en Ciudad Real.

Sobre su concepto y su estilo se habló a lo largo de toda la charla; afirmó que el ser un torero de corte clásico conlleva tiempo, poso y madurez, volviendo a lanzar una crítica a la sociedad, en la que se quiere que todo sea ya. Y cómo no, se intentó definir qué es la pureza, afirmando tanto Antonio Capilla como Diego Urdiales que “quizás la pureza sea una enfermedad de la que no podemos curarnos”.

Se cerró la jornada con un turno de preguntas y con una sincera afirmación por tanto de Antonio Capilla “para Curro Romero, Diego es el torero clásico que mejor torea, para mí también”.