Por Redacción 
La corrida de Daimiel quedó marcada por el percance de Luis Miguel Vázquez frente al primero de Adolfo Martín, que sufrió un percance en el hombro y tuvo que ser trasladado a la enfermería, provocando un parón en el festejo. David Galván tomó entonces el mando y firmó la faena más importante de la tarde, toreando al toro con gusto y temple por ambos pitones y cerrando con una estocada que le valió una oreja con petición de la segunda.
Galván volvió a brillar frente al tercero, un toro que permitió al gaditano desarrollar una obra de gran plasticidad y gusto, culminando con un final por abajo antológico que fue premiado con las dos orejas tras una estocada. Frente al quinto, un ejemplar grande pero descastado, Galván lo intentó por todos los caminos, dejando claro su esfuerzo y profesionalidad, aunque sin poder conseguir el lucimiento total; estocada y descabello cerraron su labor, premiada con una ovación.
Por su parte, Samuel Navalón mostró entrega y mérito frente a un lote complicado, con toros desrazados y sin clase que condicionaron su actuación. Intentó con el cuarto y el sexto extraer lo mejor, especialmente al natural, pero la falta de raza de los ejemplares impidió que sus faenas conectaran plenamente con el público, dejando ovaciones y división como reconocimiento a su esfuerzo.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Daimiel (Ciudad Real) – Corrida de toros || Feria y Fiestas de la Virgen de las Cruces
Entrada: Casi tres cuartos de plaza.
Se lidiaron toros de Adolfo Martín, bien presentados y de deslucido juego en líneas generales.
- LUIS MIGUEL VÁZQUEZ, herido;
- DAVID GALVÁN, oreja con petición de la segunda, dos orejas y ovación;
- SAMUEL NAVALÓN, ovación, división y ovación;
Incidencias: Después del paseíllo, Luis Miguel Vázquez recibió un homenaje por sus 25 años de alternativa.
Rogelio Burnao