Por Redacción 
Partido de Resina regresó a Cuéllar reafirmando su prestigio como divisa legendaria. El encierro matinal mantuvo su fama de exigencia, mientras que por la tarde se lidiaron seis toros desigualmente presentados pero de interés. Destacaron la nobleza y el aire del tercero, quinto y sexto, toros que, pese a carecer de entrega en los finales, dejaron detalles de calidad en una plaza marcada por la tradición y la dureza. Jesús Enrique Colombo y André Lagravere ‘El Galo’ lograron los trofeos de una tarde en la que cada triunfo supo a conquista.
El venezolano brilló con “Aeromozo”, quinto toro, al que toreó con temple y despacio, especialmente al natural, para rubricar una estocada comprometida que le valió una oreja. Antes, con el segundo, demostró oficio ante un ejemplar deslucido, respetando sus querencias y sacando partido de su movilidad sin humillación. Por su parte, Lagravere sorprendió con una faena arrebatada al noble tercero, premiada con una oreja tras una gran estocada. Con el espectacular sexto, demostró facilidad y elegancia, aunque faltó ajuste; una estocada certera cerró su tarde con ovación.
Sánchez Vara abrió plaza con un toro aplaudido de salida y se lució en banderillas junto a sus compañeros, gesto poco habitual hoy en día. Su labor, seria y entregada, fue reconocida con una vuelta al ruedo. Con el cuarto, alto y serio de hechuras, volvió a mostrar oficio ante un ejemplar noble pero distraído, firmando una gran estocada. Así, la ganadería de la “omega” dejó pinceladas de su grandeza histórica, ilusionando a los aficionados con toros de presencia y calidad que reivindican su sitio en el toreo.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Cuéllar (Segovia) – Corrida de toros || Segunda de la feria en honor a la Virgen del Rosario
Entrada: Un cuarto de plaza.
Se lidiaron toros de Partido de Resina, desiguales de presentación, por encima el primero y cuarto.
- SÁNCHEZ VARA -que sustituye a Juan de Castilla-, vuelta al ruedo y silencio;
- JESÚS ENRIQUE COLOMBO, silencio y oreja;
- ANDRÉ LAGRAVERE ‘EL GALO’, oreja y ovación tras aviso;
Rogelio Burnao