Tarde de triunfo para Pedro de la Hermosa, que se erigió en protagonista absoluto del festejo celebrado en la localidad riojana. El torero rubricó una actuación seria y compacta, en la que supo entender a sus dos oponentes para cortar una oreja de cada toro y abrir así la puerta grande. A su primero lo recibió con buen gusto a la verónica, rematando con una media que levantó los primeros aplausos. El toro tuvo movilidad y transmisión, condiciones que el diestro aprovechó desde el inicio de faena, asentando las zapatillas en la arena y ligando tandas por ambos pitones con temple y limpieza. Tras una estocada eficaz, el palco concedió la primera oreja.
Con el segundo, más reservón de salida, Pedro de la Hermosa tiró de oficio y paciencia para ir metiendo al toro en la muleta. La faena fue creciendo en intensidad, con muletazos de trazo largo y momentos de gran conexión con el tendido, especialmente al natural. La espada volvió a estar certera y, tras la petición mayoritaria, obtuvo otra oreja. Dos trofeos que, sumados, le permitieron cruzar la arena en volandas, llevado a hombros por la entusiasta afición de Aldeanueva de Ebro, que premió así el esfuerzo y la entrega del torero.