Por Redacción 
Diego Urdiales firmó en Vista Alegre una faena que quedará grabada como la obra cumbre de la feria. Al cuarto toro de Garcigrande, el riojano desplegó su tauromaquia más pura: muletazos al natural de una lentitud estremecedora, hondos y sentidos, que cautivaron a Bilbao. Toreo de filigrana, elegante y profundo, que convirtió la plaza en un clamor. Con el primero ya había mostrado temple y limpieza, dejando pasajes ligados y de gran sabor que le valieron una vuelta al ruedo tras la estocada.
Alejandro Talavante ofreció una tarde de autenticidad y riesgo. Al quinto, un toro de pocas opciones, se pegó un arrimón de enorme mérito, imponiéndose con valor y firmeza en la distancia corta. La oreja que paseó tuvo la categoría de la verdad y la exposición. Antes, con su primero, más móvil que bravo, extrajo dos buenas series en redondo, administrando con inteligencia la condición del animal. Una actuación que mostró su talento y decisión.
Borja Jiménez regresaba a Bilbao tras el indulto de “Tapaboca” y volvió a dejar claro su gran momento. Se fue a portagayola con su primero, al que toreó con entrega y temple, aunque la falta de fondo del toro impidió un mayor lucimiento. Con el sexto se creció en una faena dispuesta y ligada, mostrando su capacidad y firmeza frente a un animal exigente. La corrida de Garcigrande dejó un gran toro —el cuarto, en manos de Urdiales— dentro de un conjunto que en general no terminó de romper.
LA RESEÑA
Bilbao (Vizcaya, España). Viernes 22 de agosto 2025, vespertina. Plaza de toros de Vista Alegre || Quinta de las Corridas Generales.
Entrada: Más de tres cuartos de plaza.
Se lidiaron toros de Garcigrande,
- Diego Urdiales, que sustituyó a Morante de la Puebla: Vuelta al ruedo tras petición y dos orejas.
- Alejandro Talavante: Silencio tras aviso y oreja.
- Borja Jiménez: Silencio y ovación con saludos.
Detalles:
Tras el paseíllo, el respetable obligó a Borja Jiménez saludar tras su triunfo con el indulto del toro de La Quinta.