Por Redacción 
Víctor Hernández a corazón abierto en Ciudad Real. El diestro de Santos de la Humosa tomó parte en las Jornadas Culturales del Ateneo Taurino, un acto que contó con un salón lleno de aficionados y en el fue desgranando las claves de su concepto del toreo. “La esencia del toreo puro es la entrega, sobre esa base debe partir la naturalidad y el compromiso”, reflexionó.
“El compromiso con uno mismo y con la profesión debe ser real y no ficticio”, explicó el torero. “Desde que comencé en la escuela de Guadalajara y hasta hoy he ido madurando un concepto del toreo que tiene el compromiso y la fidelidad a uno mismo como el máximo exponente”, subrayó antes de revelar: “Las orejas son importantes, los triunfos se sostienen ahí, pero el toreo es mucho más. Hay muchas grandes faenas cargadas de plenitud, que llenan al torero y al público, y que han trascendido al tiempo y que nadie recuerda si tuvieron o no tuvieron premio”.
Durante hora y media, Víctor Hernández cautivó con la palabra. Un coloquio dirigido por Iñigo Crespo y que significó mucho más que una charla amena entre torero y periodista. “Siempre he tenido facilidad para torear con la mano izquierda, el toreo al natural es el que me llena por dentro y además es el mas sencillo y a la vez el más profundo”, señaló el diestro que reconoció: “Mi plaza es Madrid, es el escenario donde sueño cada vez que toreo de salón, donde he vivido cosas muy bonitas desde que debuté de novillero. Es una plaza para darlo todo, cada día sueño con poder abrir esa Puerta Grande”.
Sus comienzos en la Escuela de Guadalajara, la vocación surgida sin antecedentes taurinos en su familia, el reconocimiento de profesionales y aficionados, las claves de la preparación, sus fuentes de inspiración. Víctor Hernández dejó huella en el Corazón de Castilla-La Mancha.