Nek Romero llama la atención en la despedida de Pablo Hermoso de Mendoza en Valencia

Buena dimensión mostró el más joven de la terna Nek Romero que dejó dos buenas actuaciones con un par de novillos que también se lo permitieron en su medida. Todo lo contrario que a su compañero de a pie, Morante de la Puebla tuvo un primer toro en el que pudo dejar momentos álgidos en su faena, mientras que su segundo fue un imposible. El jinete navarro, tuvo en suerte dos buenos toros de El Capea, sobre todo el quinto que nunca se cansó de humillar, y pudo cortar una oreja Pablo Hermoso de Mendoza en el toro de su despedida en Valencia

Con «Jíbaro» salió Pablo Hermoso de Mendoza a parar al primer toro de El Capea al que dejó dos rejones de castigo, el toro respondió con clase siguiendo la grupa del caballo. Con «Berlín» galopó a dos pistas toreando al un toro que tuvo ritmo en los galopes dejándole colocar con habilidad dos banderillas al quiebro. Con «Ilusión» expuso más en banderillas ante un toro que se fue viniendo a menos a pesar de su clase. Al hilo de las tablas colocó las cortas con el toro ya muy aplomado antes de dejar un rejón de muerte trasero. Silencio

A la verónica se estiró Morante de la Puebla con el segundo toro de Juan Pedro Domecq donde destacaron los lances por el pitón izquierdo. Por verónicas muy templadas realizó su correspondiente quite tras el primer puyazo dejando una gran labor capotera. Comenzó la faena con torería y fue componiendo una labor que estuvo marcada por el temple y los tiempos que administro Morante entre serie y serie, consciente de las cualidades de un animal que fue noble y tuvo clase pero le faltó una chispa de motor para que la faena hubiese calado más en los tendidos. Metió la mano con habilidad al segundo intento. Leves palmas para el toro en el arrastre. Ovación con saludos

Le costó fijarse al novillo de Talavante en el capote de Nek Romero que salió algo suelto pero finalmente se dejó dar una serie de verónicas pasada la segunda raya del tercio. Realizó un gran quite por chicuelinas Romero antes de que el subalterno José Manuel Más fuese arrollado por el novillo al poner las banderillas (pasó a la enfermería). Brindó la faena a su padre, antes de comenzar sacándose al novillo con habilidad hasta los medios. Compuso una faena muy inteligente y bien estructurada dando los tiempos que necesitaba el animal. Dejó series muy ligadas por el derecho ante un animal reperidor, y destacó una serie intensa y muy bien ligada por el pitón izquierdo con la que hizo rugir los tendidos con un final en redondo. Midió muy bien la faena ,y se fue a por la espada para terminar por ayudados por alto antes de dejar una gran estocada que hizo rodar al novillo al instante. Oreja

Un rejón de castigo dejó Pablo Hermoso de Mendoza al cuarto de la tarde con el hierro de El Capea. A dos pistas toreó con «Berlín» para dejar un par de banderillas toreándolo por hermosinas llevando al burel cosido en la grupa del caballo. El toro tuvo mucha clase y muy buenas embestidas en el equino del rejoneador navarro. Con «Malbec» dejó una buena labor para cerrar el tercio de banderillas haciendo varias piruetas en la cara del astado que levantaron las palmas en los tendidos. Con una nueva montura dejó tres banderillas cortas para cerrar la labor ante un toro que humilló y fue noble hasta el final. Mató de manera fulminante después de dejar un rejón trasero y algo caído. Oreja

Pudo dejar alguna verónica suelta Morante de la Puebla con el quinto toro de Juan Pedro Domecq que siempre embistió frenado en el capote del sevillano. Tras su paso por el jaco, al toro le costaba humillar. Ni un pase tuvo el de Juan Pedro que nunca quiso embestir y Morante con acierto se fue a por la espada para poner fin al animal. Silencio

Por verónicas cerrando con chicuelinas calentó los tendidos Nek Romero en el saludo capotero al sexto novillo con el hierro de Talavante. Por delantales llevó al novillo al primer puyazo, y por tafalleras y cordobinas lo colocó en el segundo encuentro con el jaco en el que apenas se le picó. Brindó a sus compañeros de cartel antes de ponerse de rodillas junto a tablas y sacarse al novillo a los medios para comenzar la faena. Fue un novillo que exigió puesto que a partir del tercer muletazo siempre soltaba la cara a la defensiva con genio. La segunda parte de la faena estuvo basada en darle sitio al animal y pegarle los pases de uno en uno dejando tiempo entre la ejecución. El epílogo fue por manoletinas de rodillas antes de dejar una estocada al segundo intento para poner fin a un novillo que fue duro en la muerte. Vuelta al ruedo.