Un Talavante frío y socarrón, que no está ni bien ni mal, ni todo lo contrario; Aguado toreando como los ángeles, sin redondear la tarde; y un Ventura arrollador sin suerte en la suprema, inauguran la primera del abono Portuense.

Había ganas de volver al Puerto, para qué les voy a decir otra cosa, más aún después de mi ausencia el año pasado en la que se ha convertido en mi segunda plaza, aunque tampoco voy a mentirles, el convencimiento para acudir a esta primera del abono me lo dio el vídeo publicado por la Prensa de Pablo Aguado estos pasados días, porque ya me dirán ustedes qué sentido tenía el cartel de hoy. Pero bueno venga, si me suben a redes un video de Pablo toreando escandalosamente bien, pues uno se calienta y va. Y allí estábamos.

De la tarde de Diego Ventura, ante toros de Los Espartales, poco les puedo decir, que ya saben que de conocimiento sobre rejoneo voy justito. Si les diré que Ventura estuvo cumbre toda la tarde; habría cortado posiblemente cuatro orejas de haber estado certero en la suerte suprema. No fue posible su triunfo, cortando únicamente una oreja al cuarto de la tarde, tras una faena inspirada, ante dos toros ovacionados en el arrastre.

Al segundo de la tarde lo toreó Talavante a la verónica de salida y por chicuelinas tras un aseado paso por el caballo. Ya en la muleta, le faltó quizá algo de transmisión al toro. Pudo disfrutar Talavante dejando algún que otro natural más que notable, pero no terminaba de romper la faena que, sin ser ni mucho menos mala, en mi opinión no merecía ser premiada con la primera oreja de la tarde. Menos aún tras el bajonazo que dejó.

Nuevamente a la verónica recibió Talavante al segundo de su lote, quinto de la tarde, un toro que se empleó considerablemente en el caballo, y que prendió a Manuel Izquierdo. Tras ser ovacionados Izquierdo y Javier Ambel, comenzó arrodillado Talavante una faena medida y arriesgada, en la que hasta dos veces estuvo cerca el extremeño de ser prendido. El toro exigía, Talavante respondía, y el público pues bueno, ahí estaba. Frío con el extremeño durante las faenas, pero excesivo en la petición de triunfos. Se pidieron las dos orejas tras un estoconazo de libro; se concedió (por suerte) solamente la primera.

Con verónicas templadísimas y una media que estará aplaudiendo Pepe Luis desde ahí arriba, recibió Pablo Aguado al primero de su tarde (y de su abono, pues recordemos que Aguado es, junto a Morante, la base del abono Portuense este año). Por si fuera poco, quitó por chicuelinas, de esas que pegas él: templaítas templaítas, y con las manos muy bajas. Brindó la faena al público, la comenzó en tablas, y dejó un manojo de naturales que deberían servir para ilustrar unos cuántos carteles de toros los próximos años. Ya en el epílogo, con una tanda perfectamente colocado y con muletazos de uno en uno, terminó el sevillano su obra. Estoconazo y una oreja de muchísimo peso.

Algo más deslucida fue la faena al cierraplaza, al que recibió también a la verónica con un gusto exquisito, aunque se notaba que al toro le costaba más emplearse. Ya en la muleta, volvió a dejar Aguado muletazos de calidad, aunque no llegó la faena a romper como nos hubiera gustado. Queda la duda de si se le habría concedido la oreja de haber estado certero con la espada.

La Reseña


Plaza de Toros de El Puerto de Santa María (Cádiz) || Primera de la Temporada de Verano

Entrada: Algo más de un tercio

Toros de Los Espartales (1° y 4°) para la lidia a caballo, y de El Parralejo para la lidia a pie: bien presentados y de comportamiento variado.

  • Diego Ventura: Ovación y oreja.
  • Alejandro Talavante: Oreja y oreja con petición de segunda.
  • Pablo Aguado: Oreja y ovación.

Incidencias:

Se guardó un minuto de silencio por Pepe Luis Vázquez Silva. Resultó prendido Manuel Izquierdo en la lidia al 5°.

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