Alejandro Chicharro descerraja la puerta grande en Villaseca de la Sagra

El primer novillo llevaba el hierro de Baltasar Ibán, Bonito duelo de quites dejaron Rodríguez y Chicharro la faena fue de más a menos al igual que la condición del animal , al que Sergio Rodríguez toreó de rodillas en los inicios , hasta que se paró el animal. Tras dos pinchazos dejó una buena estocada.

Poco se dejó en el capote de Alejandro Chicharro el segundo novillo que siempre punteó en los engaños. Brindó al respetable antes de comenzar una faena en la que al novillo le faltaron finales. Muy ajustado se vio a Chicharro con los naturales que dibujó antes de matar de estocada delantera y contraria y varios golpes de descabello.

Por verónicas saludó Bruno Aloi al tercer novillo de la tarde, lo llevó al caballo por delantales donde recibió dos buenos puyazos de Miguel Ángel Herrero. La faena empezó desde el medio con pases cambiados por la espalda. Tuvo suerte con la mano derecha que le aguanto varias tandas. Pero nunca terminaban de ser limpios porque el toro cabeceaba en todos los pases, y no se terminó de acoplar Aloi con el de Baltasar. Finalizó la faena de rodillas, antes de dejar una estocada trasera.

Manseó de salida el cuarto novillo de la tarde que siempre marcó la querencia del encierro matinal. Recibió dos puyazos muy traseros en el caballo. Quitó por gaoneras muy ajustadas Alejandro Chicharro. Enseguida se aculó el novillo en tablas y se lo puso complicado a Rodríguez que no tuvo un buen planteamiento de faena. Pues perdió el tiempo intentando sacar a un rajado novillo a los medios. Mató de dos pinchazos, media y golpe de descabello.

A portagayola se fue Alejandro Chicharro a recibir al quinto de la tarde, que lo lanceó a la verónica para rematar con una ajustada media. Sacó genio el de Baltasar Iván en la muleta de Chicharro que siempre se mostró muy firme al natural, hasta que recibió una fuerte voltereta y un pitonazo en la cabeza dejó a Alejandro inconsciente por unos momentos en el ruedo. Volvió a la cara del novillo para dejar una gran serie con la derecha antes de matar de una gran estocada con la que cortó las dos orejas.

Alto e imponente fue el último de la tarde al que recibió con suavidad en los lances de capote Bruno Aloi. De rodillas y con ajuste comenzó la faena el joven novillero. Basó su faena en muletazos muy largos y ajustados cargando siempre la suerte. Con mucho relajo toreo Aloi que logró conectar con los tendidos antes de que se rajase el enclasado animal. Mató de una estocada caída.