Texto: Elena Mené
Se llenaban los tendidos con ambiente blanquiazul para disfrutar de la última de abono del coso turiasonense en las fiestas en honor a San Atilano. Se lidió un encierro del hierro jienense Román Sorando para los diestros Morante de la Puebla, Sebastián Castella que entró por la vía de la sustitución tras el percance de Daniel Luque y Juan Ortega.
Unas verónicas de ensueño al abreplaza denotaban las ganas con las que venía Morante. Tras un brindis al público, comenzó la faena de muleta con la mano a media altura. El toro, con poca fuerza pero clase, especialmente por el pitón derecho, le regaló a Morante unos muletazos con mucho sabor. Pinchazo hondo tras dos intentos, que emborronaron la faena y privaron al sevillano de un premio mayor, aunque recibió la cálida ovación del público en reconocimiento a su buen toreo.
“Insensible” un toro jabonero abrochado de pitones fue el que le correspondió en suertes a Sebastián Castella. Desde el tercio a los medios le propició al toro unas verónicas muy templadas y dos chicuelinas para cerrar el recibo capotero. Tras un puyazo muy medido brindó al público en los medios. Desde entonces el toro ya venía avisando la poca fuerza que tenía, pero aún así Castella dejó algunos muletazos muy despacio, mientras trataba de mantener al toro en pie. Por el pitón izquierdo, el toro tuvo mayor recorrido y humillación y el torero lo supo aprovechar. Los aceros emborronaron la faena al noble y manejable segundo y le privaron de tocar pelo. Todo quedó en una cariñosa ovación.
Con comportamiento desigual salió el tercero de la tarde al que Juan Ortega dibujó dos verónicas con gran despaciosidad y temple. Una voltereta a la salida del caballo hizo que el toro se resintiera durante toda la lidia posterior, que tuvo poca fuerza al igual que sus hermanos. Poco pudo hacer el torero ante la escasa movilidad del toro, que acabó defendiéndose.
El cuarto de la tarde, de mejores hechuras que los anteriores embistió alegre en el capote de Morante. Chicuelinas al paso para poner el toro al caballo y posteriormente iniciar la faena de muleta de rodillas en el tercio. Un despliegue de toreo morantista y un pase de pecho a cámara lenta. Muy bien colocado y llevándolo hasta el final. Lo de Morante son palabras mayores aunque la espada no fuera su punto fuerte hoy. Aún con dos pinchazos, cortó una oreja tras la fuerte petición del público. Qué suerte tenemos de vivir en la época de Morante.
Castella con el capote anduvo muy templado toda la tarde, se pasó el toro cerca y fue ganándole terreno hasta llevárselo a los medios para rematar con una media verónica y una revolera. Con la muleta, a pies juntos pasándose al toro por la espalda en un escalofriante inicio de faena. El toro, mostrando ya la poca fuerza que tenía, quiso pero no pudo. Castella con la mano a media altura aprovechó el pitón izquierdo potable del toro, aunque el astado iba quedándose cada vez más corto. Exprimió el toro al máximo, entrando en cercanías y finalizó con un valiente arrimón. Pinchazo tras aviso y estocada en buen sitio. El toro tardó en caer y el público se enfrió. Ovación.
El buen gusto de Ortega es indiscutible. Al último de la tarde le dio unas verónicas muy toreras y con la muleta de rodillas, llevando mucho al toro y dándole el pecho, le pegó unos muletazos sólo al alcance de los elegidos. El toro, que fue el mejor de la tarde, tuvo buen ritmo y Ortega lo aprovechó y disfrutó. Por el pitón izquierdo, el toro tuvo recorrido y calidad. Es difícil darle el pecho al toro, engancharlo delante y llevarlo hasta el final, y Juan, lo hizo. Estocada y dos orejas que le permitieron salir a hombros por la puerta grande.
Tarde más que interesante en Tarazona, con buen ambiente a pesar de la poca fuerza de los toros y los fallos con los aceros, que privaron a los espadas de mayores triunfos.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Tarazona (Aragón) || 3ª Feria de San Atilano 2023
Entrada: Tres cuartos
Toros de Román Sorando, de presentación desigual y justos de fuerzas
- MORANTE DE LA PUEBLA, ovación y oreja
- SEBASTIÁN CASTELLA, ovación y ovación tras dos avisos
- JUAN ORTEGA, ovación y dos orejas