Tarde de máxima expectación en la ciudad de «La Vaquilla», el ambiente se respiraba desde las cinco de la tarde. Calles llenas, bochorno y las carpas repletas de jóvenes expectantes de una fiesta que se extenderá durante todo el fin de semana. En los aledaños de la plaza no cabía un alfiler a pesar de que se habían frustrado las expectativas de la vuelta de Morante de la Puebla, el público no quiso perderse el cartel de mayor tirón del ciclo angelino.
El quinto fue un toro que metió la cara muy bien en los lances a la verónica con los que se estiró Roca Rey, tiró al jaco al suelo en su único encuentro en el que ya mostró pujanza un animal que atibó buenas condiciones desde que salió. José Chacón saludó tras cuajar un gran tercio de banderillas en los dos pares que colocó. Por estatuarios comenzó el diestro peruano para sacárselo a los medios y comenzar una faena en la que apretó al toro por abajo con derechazos muy largos (enseñando a un gran toro de Luis Algarra que siempre respondió con nobleza y pujanza). Cuando se puso con la zurda continuó llevándolo largo para terminar en las cercanías (como nos tiene acostumbrados), y dejar circulares con cambiados por la espalda con los que puso al respetable en pie. Mató de estocada, y cortó las dos orejas. Merecida vuelta al ruedo para un toro que se pidió el indulto (que con buen criterio no concedió el palco).
El segundo de la tarde venía marcado con el hierro de Loreto Charro, lo lanceó a la verónica para pararlo en los medios con una media. En el caballo tan solo se le señaló en la única entrada que hizo, realizó Andrés una faena por ambos pitones de intensidad con la que hizo vibrar al público de la ciudad del «torico». Supo Roca medir bien al toro, dando los espacios de tiempo necesarios entre series para que recuperara un animal que tuvo nobleza pero le faltó algo de fondo. Mató de estocada y se aseguró la puerta grande cortando dos orejas.
Aguado recibió al tercero de la tarde por verónicas, antes de que saliera el picador a dejar un puyazo en el único paso que hizo por el caballo. Midió muy bien el diestro sevillano a un toro que venía muy justo de fuerzas pero que tenía nobleza. Dejó una serie muy templada por el pitón derecha, antes de dibujar unos naturales de ensueño de los que no se percató buena parte del tendido (quizás estaban pensando ya en la merienda). Mató de pinchazo y estocada tendida que necesitó de un golpe de verduguillo. Ovación para el toro en el arrastre, y Ovación para el torero.
Con el sexto fue imposible, un toro rajado desde inicio. Se le dieron dos puyazos en el caballo, y a partir de ahí ya fue un toma y daca de voluntad de Aguado que lo intentó por todos los lados pero fue imposible. Se atascó con los aceros
Voluntarioso estuvo Juan Ortega con el cuarto de la tarde, que lo lanceó por verónicas antes de que pasara una vez por el caballo. Realizó un quite muy templado por chicuelinas antes de ponerse con la franela para dibujar una serie muy templada de derechazos. Cuando se puso por el izquierdo el animal siempre salía pegando derrotes con la cara alta . Voluntariosa la labor del diestro sevillano ante un toro noble con el que tuvo que poner todo de su parte el diestro sevillano. Pinchó antes de ser cogido de manera muy fea por la chaquetilla (aparentemente sin consecuencias), dejó una buena estocada al segundo intento que le sirvió para cortar una oreja.
Con el primero fue imposible, un toro al que le faltó fuerza y que siempre echó la cara arriba pegando derrotes feos al final del muletazo. Ortega lo intentó pero fue imposible. Mató de estocada en lo alto que hizo rodar al toro. Ovación con saludos.
LA RESEÑA
Plaza de toros de Teruel || Segunda corrida de la Feria del Ángel
Entrada: Lleno
Toros de María Loreto Charro (2º, 3º y 4º) y Luis Algarra (1º, 5º y 6º), presentaron un desigual comportamiento. Destacó el quinto de nombre ‘Jarenero’, de excelente comportamiento, noble y bravo en todos los tercios, fue premiado con la vuelta al ruedo, tras la petición del indulto no concedida.
- JUAN ORTEGA: Ovación y Oreja
- ROCA REY: Dos orejas y Dos orejas
- PABLO AGUADO: Ovación y Silencio tras aviso