Conrado Abad, una figura emblemática del toreo popular en las tierras charras, ha fallecido hoy, once días después de cumplir 98 años, tras no poder superar una grave infección respiratoria que lo llevó al Hospital Universitario de Salamanca.
Nacido el 28 de octubre de 1926 en Castrocontrigo, León, Conrado se trasladó a Zamora a una edad temprana. A los 16 años, desoyendo los deseos de su familia, emprendió su vida bohemia y se estableció en Ciudad Rodrigo, donde comenzó su sueño de ser torero, aunque nunca alcanzó la categoría de figura del toreo. A lo largo de su vida, recorrió tierras de Extremadura y Portugal, participando en numerosos festejos y capeas.
Conrado, conocido como «El Maletilla», fue un hombre muy querido y respetado en el ámbito taurino popular. Aunque no logró la fama de las grandes figuras, su sencillez, su vida nómada y su dedicación al toreo lo convirtieron en una leyenda del aficionado. Su imagen, con su petate y los trastos de torear, era habitual en las carreteras españolas, simbolizando la esencia más pura del toreo humilde.
Despedimos a Conrado Abad con el más sincero respeto y admiración por su contribución a la tauromaquia.