‘Ser torero, una vocación francesa’, el nuevo episodio de “El Mentidero” de François Zumbiehl

Los mentideros eran lugares públicos de las ciudades en los que los ciudadanos acudían a conversar e intercambiar información en una especie de primitivo periodismo oral. En esta nueva sección del Instituto Juan Belmonte, dirigida por François Zumbiehl, se va a hablar, desde la tauromaquia, sobre cuestiones universales en un tono distendido.

El primer mentidero fue con el  filólogo y ensayista español, Javier García Gibert y hablaron sobre «toros y humanismo». En este segundo episodio de “El Mentidero”, una sección con periodicidad mensual, Zumbiehl ha estado acompañado por dos toreros franceses: Adriano y  El Rafi, que han detallado, en español y en francés, su experiencia como profesionales en un país donde la tauromaquia no es mayoritaria y cómo sus entornos sociales se tomaron su vocación.

Según Adriano: “produces mucha curiosidad cuando dices en el instituto que quieres ser torero y tus amigos saben que estás en la escuela taurina. Sin embargo, cuando ven que realmente es lo que te llena y te apasiona, lo comprenden y acabas convenciéndoles de que vengan a verte a la plaza”.   
El Rafi, por su lado, ha confesado que le gusta hablar con gente que no entiende la tauromaquia porque le de la oportunidad de explicarla: “siempre les digo que antes de construirse una opinión basada en prejuicios vengan al campo a ver cómo se cría el toro y me dejen explicarles la fiesta. Lo más importante no es que sean aficionados, sino que la entiendan”.


 
Además, también han hecho balance de la situación actual de la fiesta de los toros en Francia, de su reciente intento de prohibición y de la estrategia seguida para evitarlo. En este sentido, Adriano ha afirmado que “vivimos la presentación de esa ley que quería prohibir las corridas de toros en todo el país con mucha inquietud. Sin embargo, con mucho esfuerzo y trabajo hemos logrado convencer a los diputados y a la opinión pública”.
 
“Mucha gente cree que la gran mayoría de los franceses son antitaurinos pero eso no es así; lo que pasa es que esa gente no tiene la información suficiente para decidir si les gustan o no los toros. Por ello, el trabajo que iniciamos y que tenemos que seguir haciendo es más pedagogía para acercar la tauromaquia a la gente que no la conoce”, ha concluido El Rafi.

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