La raza de Román y la firmeza de Espada, destacan en la decimotercera de San Isidro

Fue una de las tardes que se esperaba con expectación tras el baile de corrales que había sucedido por la mañana. Cuatro fueron finalmente los toros que pudo lidiar la ganadería de Luis Algarra, y todos tuvieron cosas interesantes (destacando el tercero), mientras que los dos remiendos de la ganadería salmantina de Montalvo se apagaron pronto. Destacó la actitud y valentía de Román que estuvo muy entregado toda la tarde y se expuso mucho con el quinto de la tarde al que supo entender y tragar a pesar de las embestidas descompuestas que tuvo. Francisco José Espada dejó claro que hay un torero al que debemos seguir la pista, pues firmó dos grandes faenas de mucho asentamiento, firmeza y madurez. Pudo haber abierto la puerta grande en la tarde de hoy, pues en su primer toro se la negó el presidente (incomprensiblemente) una oreja que fue pedida, y en su segundo la perdió por le fallo con los aceros. Por otro lado El Payo volvía a Madrid siete años después, y no tuvo opción de lucimiento pues pechó con el peor lote de la tarde.

De pitón blanco con la punta en negro fue el primero de Algarra, que se frenó en el capote de El Payo sin lucimiento. Empujó y colocó bien la cara en el primer encuentro con el caballo que se durmió en el peto, en el segundo puyazo ya empujó menos. Se lo sacó de tablas por doblones, y dejó algunos derechazos de nota alta ante un toro que le costó humillar pero que abase de engancharlo el mexicano logró construir una faena por el pitón derecho. Por el izquierdo siempre fue más deslucido, pues siempre se salía de la muleta, y había que dar los naturales de uno en uno. Mató de estocada desprendida que fue suficiente. Silencio.

Estrecho de sienes, con el pitón engatillado fue el segundo, que se empleó con raza en el capote de Román saludándolo por verónicas antes de pasar por el caballo para recibir dos puyazos muy medidos en los que no se le castigó. Tras brindar al público, se puso de lejos el valenciano para hacer galopar a un toro pronto y alegre pero muy justo de fuerza. Buenos derechazos dejó con un toro que tuvo muy buena condición pero le faltó fuerza. De frente se puso para rematar la faena ante un animal que fue muy a menos y que despachó de una buena estocada (un tanto trasera). Ovación para el toro en el arrastré, y Ovación con saludos para el torero.

Con cuajó, serio y rematado salió el tercero de la tarde que no prestó atención al capote de Francisco José Espada. Al relance entró en el primer encuentro con el jaco , en el segundo puyazo se dejó pegar el toro. Por chicuelinas hizo su quite El Payo. Por estatutarios y con un cambiado por la espalda desde la primera raya comenzó su faena de muleta. Muy templada fue la primera serie por el derecho que firmó el torero madrileño ante un animal pronto que metió bien la cara. Por el izquierdo también fue de embestida muy alegre, y Espada dejó naturales muy bonitos, y un pase de pecho excepcional. Gran actuación dejó el de Fuenlabrada que estuvo muy inteligente con la muleta. Cerró por manoletinas ajustadísimas , y mató de una gran estocada a un toro de Algarra de nota alta. No se le concedió (incomprensiblemente) una oreja que fue pedida por el público, y dio una vuelta al ruedo tras bronca al palco.

Abierto de cara fue el cuarto, con el hierro de Montalvo al que saludó El Payo por verónicas, y se entregó el cornúpeta. Empujó en los dos encuentros con el caballo , en los que se le midió mucho. Muy a menos fue el toro en la muleta, que Octavio García lo probó por ambos pitones, pero fue imposible ante un animal que por su falta de fuerzas siempre salía a la defensiva. Lo despenó de un pinchazo y una estocada defectuosa que necesitó de un golpe de cruceta. Silencio

Grande, recordío y playero de pitones fue el quinto de la tarde , y segundo del envío salmantino de Montalvo. No atendió al capote de Román que no pudo dejar ningún lance. Alegre fue en las dos entradas que hizo en el caballo. Firmeza mostró Román ante un toro que embistió con una embestida arrolladora que incluso llegó a sorprenderle. Actuación de mucha entrega dejó el valenciano que tuvo que tragarle mucho a un animal que no dejó de calamochear y de embestidas muy inciertas. Seria e importante actuación de Román , que puso el epílogo a su faena con unas manoletinas. Mató de una gran estocada y dejó muy buenas sensaciones el diestro valenciano. Oreja

Negro salpicado y con los pitones mirando al cielo salió el sexto de la tarde que llevaba de nuevo el hierro de Luis Algarra. No se empleó en el percal de Francisco José Espada. Tremendo choquetazo con el caballo que cayó el toro e hizo la zancadilla al caballo y también tocó suelo el equino. Por delantales hizo un breve quite El Payo. Brindó al respetable y comenzó la faena en redondo de rodillas dejando una gran serie por el derecho con la que puso en pie al público presente. Dejó derechazos muy asentados antes de cambiarse al pitón contrario para dibujar naturales muy bien ligados con pases de pecho espectaculares. Con mucha firmeza y con un tremendo arrimón epílogo la faena, que fue prendido de manera muy fea por el toro, y le rompió la taleguilla (se dolía Espada del glúteo, por donde fue empalado). No anduvo acertado con los aceros, que quedó mermado tras la cogida de la que se dolía constantemente. Silencio

LA RESEÑA

Plaza de toros de Las Ventas Madrid (España) – Entrada: Tres cuartos de plaza (18.224 entradas vendidas)

Toros de Luis Algarra Polera, y Montalvo (4º y 5º)

  • EL PAYO: Silencio y Silencio tras aviso
  • ROMÁNOvación y Oreja
  • FRANCISCO JOSÉ ESPADAVuelta al ruedo tras fuerte petición y Silencio

Incidencias: Destacó la lidia de José Chacón en el cuarto. 

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