
Tarde de máxima expectación con 22964 almas en los tendidos para presenciar un cartel que tenía muchos argumentos para salir toreando de la plaza. Volvió Castella y vaya de que manera lo hizo desorejando al quinto de la tarde (apunten) «Rociero» de nombre, una lástima que no se le diera la vuelta al ruedo a un toro bravo como un tejón y con mucha clase. La puerta grande de Sebastián les diré que para mi opinión faltó una serie más por el extraordinario pitón izquierdo que me quedé con ganas de ver más muletazos por un sitio que el animal embestía con mucha templaza. Manzanares pasaportó una tarde dejando sellos de su personalidad, mientras que Aguado no tuvo suerte por la mañana en el sorteo, y pechó con el peor lote de un bravo encierro de Jandilla.
Bajo y amplio de cara fue el primero que no se empleó en el percal de Sebastián Castella. No se empleó el astado en ninguna de las dos entradas que hizo en el caballo. Con habilidad se sacó el francés al toro a las dos rayas. Probó faena por ambos pitones, pero no consiguió lucimiento en el trasteo ante un toro faltó de raza y fuerzas que nunca transmitió. Algún pase con la derecha pudo dibujar ante la sosería de la res. Mató de una estocada baja, silencio para el torero y pitos en el arrastre para el toro.
Enmorrillado, muy serio y con vuelta en el pitón era el cuarto de la tarde, al que saludó Castella por verónicas desde las rayas. Apretó en el encuentro con el equino, pero no se le dio mucho con la puya por su falta de fuerzas que ya mostró de salida. Muy buena lidia por parte de José Chacón con grandes capotazos. Por estatutarios muy ceñidos comenzó Sebastián en la segunda raya. Por el derecho le apretó a un toro bravo y pronto que aguantó y embistió con codicia dejando dos series muy templadas por parte del francés. Excelentes y muy templados fueron los naturales que dibujó en cuanto el viento se lo permitió, por este pitón creó las mejores series con las que levantó al público madrileño de los tendidos. Toro bravo y encastado este «ROCIERO», con el que el torero de Beziérs cerró la faena por manoletinas muy ceñidas. Mató de una estocada un pelín tendida que hizo efecto. Cortó las dos orejas (puerta grande), y gran ovación para un gran toro en el arrastré.
Más basto de hechuras fue este segundo que salió suelto y distraído. Manzanares dibujó alguna verónica suelta. Se le dio en el caballo a un toro que se molestó en el estribo y que apuntó que no andaba sobrado de fuerzas. Se vino el toro arriba en banderillas ,y comenzó la faena con una buena serie por el derecho (que fue el mejor pitón). Por el izquierdo también lo probó, pero demostró ser un animal bravo que siempre pegó derrotes más feos y le costaba más embestir. Volvió al derecho que fue el de mejor calidad y con el que dejó los mejores pasajes de su faena el alicantino. El único defecto que tuvo por este lado fue que cuando José Marí le apretaba, este perdía las manos, tuvo que medir muy bien las alturas y luchar contra el viento (que una tarde más hizo presencia). Mató de estocada baja que hizo rodar al toro. Saludó una ovación el diestro.
Muy bien embistió en las verónicas que dibujó templadas Manzanares. No se le exigió al toro en el paso por el del castoreño, puesto que ya se le vio que andaba justo de fuerzas. Un quite breve realizó Pablo Aguado por verónicas. Se puso con la derecha el alicantino pero el animal muy venido a menos se quedó parado y apenas pasó por la franela de José Mari. Lo probó por el otro pitón, y el toro hacía lo mismo (tres toquecitos, pasaba una vez y se paraba …). Tras enseñar al animal ante el respetable, optó por irse a por el acero, y mató de un pinchazo, y una gran estocada en todo el hoyo de las agujas. Silencio
Bonito de cara, bajo y con cuello fue el tercero de la tarde al que saludó por verónicas Pablo Aguado. Pronto fue en sus dos acometidas en el jaco, pero a pesar de su bravura ya mostró su falta de fuerzas. Se lo sacó a las rayas para intentar dejar algunos pases ante un animal muy venido a menos de fuerzas, pero que siempre fue pronto y metió muy bien la cara. En cuanto Aguado le bajaba la mano, o intentaba ligarle los pases, el animal perdía las manos. Fue una pena porque «Secretario» tenía muy buenas condiciones que no pudo exponer por su acusada falta de fuerzas. Buena actuación del diestro sevillano que dejó algún muletazo suelto de mucha calidad, e intentó sacar lo poquito que le dejó el toro. Mató de media estocada que fue suficiente. Silencio para el diestro , y pitos para el toro en el arrastre.
Bajo con cuello, musculado y con muy buena cara fue el sexto, que lanceó Pablo Aguado a la verónica. Derribó al caballo en el primer puyazo (que cogió al jaco por los pechos). Metió bien la cara y empujó en el segundo encuentro. Buena actuación con las banderillas por parte de Juan Sierra que dejó dos grandes pares. Muy venido a menos el toro, y luchando contra el viento dejó algún pasaje Aguado pero sin emoción, ya que el toro no la tuvo. No anduvo acertado con los aceros ante un animal que no se lo puso fácil, necesitó de un golpe de descabello para poner fin. Silencio
LA RESEÑA
Plaza de toros de Las Ventas Madrid (España) – Entrada: Lleno de No hay Billetes (22.964 entradas vendidas)
Toros de Jandilla y Vegahermosa (6º), noble pero soso el primero; bravo pero justo de fuerza el segundo, noble, pronto y con calidad pero flojo el tercero, extraordinario, muy bravo y con transmisión y clase el cuarto; parado el quinto y a la defensiva el sexto.
- SEBASTIÁN CASTELLA: Silencio y Dos Orejas
- JOSÉ MARÍA MANZANARES: Ovación y Silencio
- PABLO AGUADO: Silencio y Silencio
Incidencias: Destacó la brega de José Chacón al cuarto