Ponce se despide a lo grande, Morante vuelve a la altura soñada, y Fernando Adrián deja una brillante presentación en Santander

Ponce se despidió por la puerta grande, mientras que Morante de la Puebla volvió a sonreír en un regreso feliz en el que Fernando Adrián dejo una gran carta de presentación ante la afición santanderina

Molestó el viento en el recibo capotero por verónicas de Enrique Ponce. Tras pasar una vez por el caballo, el toro tuvo movilidad y sacó fondo a final de faena. Fue un toro que en los primeros compases de la muleta siempre iba y venía en los viajes. Ponce se impuso al viento, y dejó muletazos con clase y temple con los que lo mejor llegó al final de la faena. Mató de una gran estocada y sonó un aviso cuando el toro se echó. Cortó una oreja.

Volvieron los rugidos que solo levanta Morante cuando torea con el capote como lo hizo con este toro de su vuelta a los ruedos al que lanceó por verónicas con el mentón hundido en el pecho y cerró con una media muy torera. Tras recibir un puyazo en el que se entregó, quitó Morante con mucha suavidad por chicuelinas toreando en una «baldosa» sin moverse. Tras bridar el toro a su amigo y apoderado Jorge Pedro Marqués, con ayudados por alto se sacó al toro de tablas. Realizó la faena siempre en la corta distancia buscando la ligazón. Muy despacio y con ajuste se pasó al toro por la barriga. La mejor parte de la faena la alcanzó por el pitón derecho dejando series de mucho ajuste y despaciosidad, pues por el izquierdo siempre pedía más tiempo entre muletazo y muletazo. Mató de una estocada baja y cortó una oreja.

El comienzo de Fernando Adrián ya fue toda una declaración de intenciones de como llegaba a Santander. Recibió al toro por faroles de rodillas, que prosiguió por verónicas de hinojos, en una de ellas fue arrollado sin consecuencias. Comenzó quieto pasándose al toro por delante y por detrás rematando con un pase de pecho ante un animal que tuvo bravura pero siempre mostró querencia. Rápidamente lo vio Fernando, y no se despistó cuajando una faena en la que el de Torres de la Alameda siempre le dejaba colocada la muleta después del embroque para que el toro se fijase con él. Lo consiguió Fernando, y dejó naturales extraordinarios con mucha largura que remató con pases de pecho. Por el derecho, dejó series de mano baja en las que dominó la brava embestida del de Domingo Hernández. En el final de faena, puso al tendido patas arriba enrroscándose al toro 360° intercalando con arrucinas. Busco las tablas el toro ya a la hora de matar, pero Adrián le mató de una estocada que le dio muerte inminente. Dos orejas

Pareció lastimarse una pata el cuarto toro de salida, y lo paró Enrique Ponce por verónicas. Quitó por chicuelinas de mano baja rematando con una larga. Bajo los acordes de «La Misión» sometió a un toro exigente. Hubo altibajos en la faena, y el público se entregó en mayor medida cuando el valenciano logró templar la embestida del toro salmantino. Remató la faena por poncinas antes de dejar una gran estocada con la que paseó dos orejas.

Salió el quinto sin encelarse en el capote de Morante. Y tras pasar por el caballo, comenzó con doblones por bajo con la rodilla flexionada la faena de muleta con un inicio muy torero ante un animal que tuvo que tragar mucho puesto que se paraba en el embroque a mitad de los pases. Derrochó valor el cigarrero, y lo mejor lo dejó por el pitón izquierdo por naturales largos siempre de uno en uno bajándole la mano. Muy superior estuvo el sevillano en su vuelta con un oponente que no terminó de entregarse y fue muy mirón. Dejó media estocada y paseó una oreja.

Fue reservón de salida el sexto de la tarde, que siempre midió mucho cada vez que pasó por el capote de Fernando Adrián. Realizó un quite por chicuelinas desde los medios, y fue arrollado de manera escalofriante. No se afigió De Adrián,  y comenzó la faena de rodillas en los medios cambiándose al toro por la espalda en un vibrante inicio con la muleta. Prosiguió por derechazos encajando mucho los riñones y logró ligar las tandas a un toro que tuvo movilidad pero le faltó fijeza, y siempre tendía a irse al final de los viajes. Con naturales con profundidad subió el tono a una faena que remató por bernardinas en las que se pasó al toro rozando la taleguilla. Mató al segundo intento y cortó una oreja.

La Reseña


Plaza de toros de Santander || Feria del Norte

Entrada: Tres cuartos

Toros de Domingo Hernández,

  • ENRIQUE PONCE: Oreja tras aviso y Dos Orejas tras aviso;
  • MORANTE DE LA PUEBLA: Oreja y Oreja tras aviso;
  • FERNANDO ADRIÁN: Dos Orejas y Oreja

Incidencias: Al finalizar el paseíllo, sonaron los acordes del Himno Nacional de España. El público en pie obligó a Enrique Ponce saludar una ovación que compartió con sus compañeros. Los banderilleros Joao Ferreira y Alberto Zayas se desmonteraron tras parear al quinto. 

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